Un viaje a Italia causó en junio el mayor brote gallego de sarampión desde 1996

.- Galicia registró el pasado verano el mayor brote de sarampión de los últimos 15 años y tuvo su origen en un joven lucense que había viajado días antes a Sicilia. La importación del virus provocó el contagio a otras seis personas y, aunque el Sergas considera que esta enfermedad está prácticamente eliminada en la comunidad gallega, sí ve necesario mejorar su identificación, control y vigilancia.

El brote es el más importante detectado desde 1996 y se desarrolló en Lugo entre junio y julio del año pasado. El primer infectado, un varón de 30 años, acudió el 9 de junio al hospital con fiebre elevada (más de 39 grados) y cefalea intensa, aunque fue dado de alta y no quedó ingresado en el centro sanitario hasta cuatro días después, cuando comenzaron unas erupciones cutáneas que hicieron sospechar a los facultativos de que su paciente tenía sarampión. Un informe del Sergas revela que el joven fue puesto en aislamiento cuando volvió por segunda vez al hospital. Pero antes le dio tiempo de contagiar a seis personas.

La primera persona infectada fue la mujer del turista, que lo había acompañado durante al viaje a Sicilia. Otras dos personas afectadas coincidieron en el hospital con el primer paciente y se cree que allí se produjo la transmisión del virus. Los otros tres infectados fueron una trabajadora del hospital —se desconoce en qué momento se infectó—, una mujer que coincidió en el centro sanitario con los primeros afectados y una vecina de esta última persona.

Las autoridades sanitarias ven varios factores para explicar la propagación de un virus prácticamente extinguido en Galicia. Por un lado, todos los infectados habían nacido entre 1971 y 1982 y ninguno estaba vacunado. Y por el otro, el Sergas reconoce que "non se pensa" en el sarampión como posible diagnóstico y que "non se aplicaron medidas de barreira á transmisión nin de illamento ou afastamento".

La clave está en las fechas. Según consta en el informe elaborado por la Administración gallega, el primer caso del brote de Lugo fue notificado el 22 de junio, es decir, 13 días después de que el primer infectado acudiese a un centro sanitario con los primeros síntomas de la enfermedad y solo cuando un laboratorio confirmó que el primer paciente había contraído el sarampión. Fue a partir de esa notificación oficial cuando se difundió una alerta a todos los médicos y hospitales de la provincia de Lugo, que después se extendió al conjunto de Galicia, en la que se recordaban los síntomas y la obligación de declarar cualquier caso de esta dolencia de forma urgente al Sergas.

El informe del Sergas explica que la confirmación de la sospecha del primer caso "non foi inmediata", algo que se debe a que el laboratorio no analiza las muestras en cuanto las recibe, sino que se agrupan para ser procesadas con una cadencia temporal determinada. Pero el retraso en la confirmación "non contribuiu de xeito relevante ao desenvolvemento do abrocho", puesto que el paciente ya se encontraba en aislamiento cuando se ratificó que tenía sarampión.

Con todo, el brote detectado en Lugo ha puesto de manifiesto los "problemas" existentes a la hora de identificar y controlar los brotes de sarampión en zonas como Galicia, donde hace años que está interrumpida la transmisión autóctona del virus. El Sergas considera que la ausencia de brotes en los últimos años se debe básicamente a que son "moi poucos" los casos de sarampión detectados, e insiste en que se tiene que aislar siempre y al momento a todos los pacientes que puedan ser sospechosos, algo que no sucedió en un primer momento en el de Lugo.

CAUSAS: ELEVADA TRANSMISIBILIDAD

La extensión en España de la vacuna triple vírica propició que el sarampión dejase de ser un motivo de preocupación para la mayoría de los padres. Y esto se ha traducido en una caída en picado de los contagios. Entre enero de 2002 y noviembre de 2011 solo se detectaron en Galicia 13 casos confirmados de sarampión, y casi todos fueron importados de otros países.

Un informe sobre la evolución del sarampión en Galicia desvela que, junto al de Lugo, los otros casos confirmados en la comunidad en los últimos años procedieron originariamente de Marruecos, Alemania y Estados Unidos. Personas que estuvieron en estos países introdujeron sin saberlo el virus en Galicia y se lo transmitieron a otras personas, aunque la eficacia del sistema sanitario evitó la propagación del virus y lo redujo a situaciones aisladas y controladas.

No obstante, el Sergas reconoce que el "principal atranco" para la eliminación del virus es la "moi elevada transmisibilidade" de la infección. El periodo de contagio del sarampión incluye los cuatro días anteriores al comienzo del exantema (las erupciones cutáneas) y los cuatro posteriores. De ahí la relevancia de no retardar el diagnóstico.

Esta cuestión es la que suscita mayores problemas para la administración sanitaria gallega. El personal facultativo tiene desde 1999 la obligación de declarar cualquier sospecha de sarampión, pero la vigilancia de esta dolencia "non é doada", ya que los médicos "non sospeitan do sarampelo de xeito espontáneo porque non están familiarizados coa enfermidade". El Sergas calcula que unos 94.000 gallegos menores de 70 años son susceptibles al sarampión por no estar vacunados.

ENFERMEDAD NO PEDIÁTRICA

La presencia del sarampión ha variado notablemente en Galicia durante las últimas décadas, hasta el punto de que muchos facultativos gallegos nunca han diagnosticado un caso. Esto tiene la parte positiva —demuestra el éxito de la vacunación—, pero también supone un hándicap en el sentido de que los médicos "non sospeitan dunha enfermidade que hoxe é moi rara".

Además, el Sergas reconoce que ya ha dejado de ser una dolencia "pediátrica", puesto que la mayor parte de los casos que se han producido en los últimos años afectan a mayores de edad.

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