¿Un 'polbo' puede ser también un 'pulpo'?: La polémica se sirve con cachelos

Carballiño es, ante todo, la tierra del pulpo, un cefalópodo que ahora cobra relevancia en el municipio no solo por su potencial culinario sino por su etimología.

¿Se admite "pulpo" en gallego o solo "polbo"?


Con el debate abierto, opinan distintas personas consultadas por EFE, de la política, la lingüística y, lógicamente, un 'pulpeiro'.

El dilema lingüístico sobre no es nuevo. Ocurrió algo similar en 2008 cuando la Dirección Xeral de Turismo de la Xunta exigió la denominación en gallego de esta romería gastronómica y el entonces alcalde socialista, el profesor Carlos Montes, aseguró contar con valiosa documentación en la que como única acepción constaba la palabra "pulpo".

Aún así, la celebración acabó como 'Festa do Polbo' en la documentación oficial, la que rige para la concesión de subvenciones.

Montes, en su mandato, llegó a entregar a un "pulpo" o "polbo", el fallecido Paul, que predijo la victoria de España en el Mundial de Fútbol de Sudáfrica, el reconocimiento simbólico de "amigo predilecto" de esta localidad gallega en el acuario de la ciudad alemana de Oberhausen.

El cefalópodo, -todos los del gremio de Paul-, ha vuelto en la actualidad a estar de moda. Y otra vez por el origen del término.

El alcalde actual de Carballiño, Argimiro Marnotes (PP), se ha posicionado a favor de que la palabra "pulpo" aparezca recogida en el diccionario de la Real Academia Galega (RAG) igual que "polbo".

"La intención es defender una palabra que, desde siempre, usa mayoritariamente la gente, de tal modo que los gallego-parlantes que hablan de pulpo y no de "polbo" no sientan que están hablando mal el gallego", argumenta el regidor municipal respecto a una iniciativa a la que ya le han salido detractores.

Tales como los socialistas y nacionalistas carballiñeses, que ven una polémica absurda, o la Mesa pola Normalización Ligüística, defensora de que en Galicia el "pulpo" siga siendo "polbo" y de no promover el "castrapo", una mezcla de español y gallego.

Para abanderar su lucha, el consistorio ha encargado un estudio al Instituto de Estudios Carballiñeses dirigido a elaborar un "informe serio" que posteriormente será remitido a la Real Academia Galega (RAG) para que valore la propuesta.

El presidente de la RAG, Xesús Alonso Montero, hará que este planteamiento, una vez dados todos los pasos, sea analizado por lexicógrafos e historiadores con el propósito de emitir finalmente un dictamen.

La consulta fundamentada está previsto que llegue al alcalde "a finales de la próxima semana o a principios de la siguiente".

Ante la controversia, el primer edil carballiñés expone que esta iniciativa se "hace con todo el respeto" y con la única finalidad de intentar "dar amparo" a todas aquellas personas, -"la inmensa mayoría"-, que hablando en gallego recurren a la palabra "pulpo".

Apostilla, por ello, que no es una "cruzada" contra el término "polbo": "Lo que pedimos es que la RAG incluya también la palabra pulpo, como sinónimo de polbo. No buscamos que ésta última desaparezca del diccionario".

Las esperanzas de que tal deseo prospere están "muy vivas", en base "a los datos" que maneja el Instituto de Estudios Carballiñeses, según palabras del alcalde.

El director del mencionado centro, Avelino Muleiro, cuenta que están trabajando en el informe solicitado por Argimiro Marnotes, "fundamentando que la palabra pulpo es gallega, viene del latín y es anterior a polbo".

Se apoyan para justificarlo así en diversos "documentos que existen ya desde el siglo XII".

Muleiro dice que el remedio pasaría por una "convivencia" entre los dos términos, "pulpo" y "polbo", y desvela que son tres los aspectos con los que se "opera": fundamentos filológico-históricos, comprobación sociológica -palabra usada mayoritariamente por la ciudadanía- y "escritos de aquellos que hacen la lengua", en referencia a que "los escritores en lengua gallega de los últimos años siempre han usado la palabra pulpo".

El portavoz nacional del BNG, Xavier Vence, está convencido de que "hay un idioma culto con reglas y normas que debemos respetar" y, en el homenaje al intelectual galleguista Castelao celebrado este fin de semana, opinó que afirma esto sabiendo que después cada uno habla "como considera".

El 'pulpeiro' y responsable del restaurante del Centro Gallego en Madrid, Carlos Rodríguez, ourensano, cree que este envite dialéctico es una forma "de darle publicidad al pulpo", algo que nunca viene mal.

En su caso, su "guerra" con esta "materia prima" está entre fogones.

Este restaurador de 32 años empezó a trabajar de lo suyo con tan sólo 12, ayudando, y con el tiempo se especializó en la elaboración de pulpo, a lo que se dedica en pleno curso 2014 "en cuerpo y alma".

Este 'pulpeiro' cambió su puesto de venta de pulpo en la localidad ourensana de Paderne de Allariz por un trabajo en el restaurante situado en la casa que honra a Galicia en la capital española.

El objetivo: ofrecer comida tradicional gallega, un proyecto en el que trabaja desde el año pasado.

Hasta "hace unos diez meses" el centro ofertaba "cocina peruana", cuenta sorprendido, pero esto es algo que se ha ido reemplazando por auténticos productos de la tierra, hasta contar "con una carta 100% gallega", concreta.

Todo visitante puede disfrutar de la exquisita cocina autóctona, en la que no falta la carne 'ó caldeiro', el raxo, el jarrete y el plato estrella, el "polbo" o "pulpo á feira con cachelos" cocinado "de forma tradicional".

Un auténtico manjar para los mejores paladares al auténtico "precio de Galicia".

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