Un Belén muy real

Nada le iba impedir a Dacón (Maside) acoger su Belén viviente. Si el día de Navidad el temporal impidió que los vecinos de la localidad hicieran su tradicional representación del nacimiento de Jesús, hoy ni la niebla ni los escasos cinco grados pusieron freno a esta cita que viene celebrándose desde 1987.

Ya desde aproximadamente las once de la mañana los participantes iban acercándose hasta el lugar que en los últimos años ha acogido el evento, un terreno que una vecina cedió para uso y disfrute del pueblo y en el que durante todo el año permanecen el pesebre, el castillo de Herodes o el molino con río artificial incluido.

Unos de los primeros en llegar fueron María y José. Este año Carla Lois y Roberto Fumega han sido los encargados de dar vida a dos de los personajes fundamentales de la recreación.

Si bien tradicionalmente son los padres del niño que interpretará a Jesús los que juegan los roles de María y José, este año la tradición se ha visto alterada.

La madre de Manuel, el bebé de seis meses que encarnó a Jesús, debía trabajar el día 25, fecha en la que se celebraría el Belén. Así que "como soy amiga de la familia y a veces cuido del pequeño me pidieron si podía venir", explicaba esta mañana Carla.

El vínculo de los José, Jesús y María de hoy es la abuela del niño. Ella es natural de Dacón y allí reside, de modo que no quería dejar pasar la ocasión de que su nieto fuese el protagonista, explica la madre de bebé, Raquel Domínguez, quien sí pudo acudir hoy a la cita como espectadora.

Modesto Fernández, uno de los cantineros de este Belén, acude desde el primer año. Recuerda cómo la iniciativa surgió de los vecinos que querían reunirse y hacer algo juntos por las fechas navideñas.

"Antes la gente colaboraba más", opina Modesto "ahora los jóvenes trasnochan", bromeaba. Sin embargo, el vecino que interpretaba al carpintero, Fernando Rodríguez, tiene en su familia el relevo generacional. "Llevo viniendo 17 años y mi hijo ahora también participa con gusto", ha señalado.

La comida y la bebida tampoco faltaron en el encuentro. Josán Cabo sirve este año el chocolate, pero ya ha pasado por muchos puestos. Además, es el hermano del primer Niño Jesús que tuvo el Belén.

Tampoco teme que la tradición desaparezca. "Los de siempre seguimos viniendo, y siempre hay alguien nuevo que se sumará", señaló.

Y así, entre chocolate y bizcocho o caldo de gallina y chorizos los asistentes esperaron hasta que cerca del mediodía hicieron su aparición José y María.

Después de pedir alojamiento en 3 pensiones y casas, terminaron en el pesebre, donde Jesús "nació" pasadas das 12:15 horas.

Los pastores adoraron al niño, Herodes hizo acto de presencia y los Reyes Magos, cambiando esta vez el camello por el caballo, llevaron sus presentes. Incluso había instalado un buzón de correos en el que los más pequeños podían dejar sus cartas para Sus Majestades.

Una misa en el campo y las risas y conversaciones de los asistentes completaron esta nueva edición del Belén de Dacón que se llevó a cabo contra viento, marea y tras superar la tan mencionada ciclogénesis explosiva.

Ana Otero, una de las organizadoras explicó que el cambio de fecha tuvo su cara y su cruz. Si bien lo ideal hubiese sido poder mantener el día original y el aplazamiento ocasionó que "algunas de las familias que participan habitualmente no hayan podido acudir", sí que hubo "nuevos asistentes que otros años, por tener invitados u otras cosas, no podían venir el día 25".

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