Elevan las penas a un hombre y su familia por el secuestro y violación de una mujer en Ourense

Los padres y hermanos del autor de la agresión controlaban que la víctima no saliera del domicilio
Sede del TSXG. AG
photo_camera La sede del TSXG. ARCHIVO

La sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia ha estimado parcialmente el recurso de una mujer que, en enero de 2018, fue retenida contra su voluntad en un domicilio de Ourense, y sometida a constantes vejaciones, agresiones sexuales, golpes y otros ataques. El TSXG eleva ahora la condena de los procesados: un hombre de 40 años, sus padres y sus hermanos.

La Audiencia Provincial de Ourense impuso a Javier G.J. una pena de 20 años de cárcel como autor de los delitos de detención ilegal, agresión sexual agravada y un delito contra la integridad moral. Asimismo, condenó a los padres del hombre y a tres hermanos a dos años y medio de prisión cada uno por ser cómplices en el delito de detención ilegal.

No obstante, la representación de la víctima recurrió, y el alto tribunal gallego ha aumentado en tres meses la pena de cárcel de Javier, al considerarlo también autor de un delito de lesiones. "La acción de lesionar se consuma al perseguir el autor atentar contra la integridad corporal de la víctima, de modo y manera que mal puede entenderse absorbida por otra figura delictiva", argumenta el tribunal.

Asimismo, condena a cinco años de cárcel a cada uno de los progenitores del hombre y a dos de sus hermanos por entender que no fueron meros cómplices, sino cooperadores necesarios. En ese sentido, el TSXG señala en su resolución que la participación de estos acusados va "más allá de la mera y episódica colaboración que sí pudiera enmarcarse en la complicidad".

La condena al padre y dos de los hermanos se eleva de dos años y medio a cinco 

El tribunal considera probado que, a principios de enero de 2018, Javier se llevó al domicilio familiar a la víctima y que, al menos desde el día 10 de ese mes, la mujer estuvo allí retenida, sin poder salir, y amenazada, hasta que fue llevada a comisaría el día 26 de ese mes.

En ese tiempo, sostiene en su sentencia el TSXG, los padres y hermanos de Javier le ayudaron a mantenerla secuestrada, ejerciendo vigilancia y control sobre la víctima, a la que tenían "oculta" en el domicilio. A lo largo de esos días, Javier la agredió sexualmente de forma reiterada, la amenazó, insultó y golpeó. También la sometió a constantes vejaciones, como negarle la comida porque "estaba gorda", obligarla a "ingerir su propio vómito", obligarla a tomar alcohol y drogas, hacerla ducharse con una manguera de agua fría o arrancarle pelo de la cabeza.

RECURSOS. El tribunal desestimó los recursos presentados por las defensas de los condenados, que argumentaban, entre otras cuestiones, que se había vulnerado su presunción de inocencia y que la víctima había incurrido en contradicciones.

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