Cae el grupo gallego implicado en la operación 'Terrón Dulce'

La policía detiene a tres personas en la comarca de O Salnés y registra varias viviendas en Barrantes. La operación que sigue abierta ►Los investigadores creen que podrían ser los encargados de vender una parte del alijo incautado hace tres semanas a 'Los Boyacos'
Registros en Barrantes (Ribadumia) en la segunda fase de la operación Terrón Dulce
photo_camera Registros en Barrantes (Ribadumia) en la segunda fase de la operación Terrón Dulce

El Juzgado de Cambados colaboró este miércoles con el de Vigo para coordinar las actuaciones, aún bajo secreto sumarial, de la investigación policial posterior al hallazgo de más de 2.500 kilos de cocaína en Pontevedra en el marco de la operación Terrón Dulce. La operación Terrón Dulce II encaró el miércoles su recta final. Su objetivo era, como informó este periódico desde el primer momento, la desarticulación del grupo gallego relacionado con la venta de la comisión procedente de la introducción de la citada mercancía, unos 800 kilos que se quedaron en las Rías Baixas y que no pudieron ser decomisados por el Greco. Los especialistas del Grupo de Respuesta Especial contra el Crimen Organizado de la Comisaría de Pontevedra detuvieron a tres personas en O Salnés (no se descarta que el número aumente, pues el operativo seguía abierto) y registraron dos viviendas en Barrantes (Ribadumia) y Vilagarcía de Arousa.

VINCULACIÓN. Según los vecinos, alguno de los individuos detenidos podría tener relación con la mansión que fue objeto de registro en Meis tras la detención de los colombianos en el supermercado Lidl de Pontevedra. Lo cierto es que un inmueble ubicado en el citado término municipal de Ribadumia recibió este miércoles la visita de unidades Antidisturbios, guías caninos, agentes del Greco y de Seguridad Ciudadana, además de la comisión judicial de Cambados. La operación Terrón Dulce II, que, como su antecesora, se halla bajo secreto sumarial, ya está en marcha, a la espera del resultado final de las inspecciones domiciliarias.

La presencia de dos vehículos blindados de la unidad Antidisturbios de la Policía Nacional llamó la atención de los habitantes del centro de Barrantes en la mañana del miércoles. Agentes armados con metralletas acordonaron la calle en previsión de posibles incidencias a la espera de la llegada de los especialistas Antidroga y de la comisión judicial. Mientras, personas que se encontraban establecimientos comerciales de las inmediaciones y vecinos del lugar no salían de su asombro ante el despliegue de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Algunos, sin embargo, declararon no estar sorprendidos, pues tenían constancia de las actividades ilícitas que supuestamente desarrollaban algunos de los residentes en la zona.

Fuentes del TSXG señalaron que el operativo continúa abierto a la espera del paso a disposición judicial de los detenidos, que debería producirse en las próximas horas (se espera que en la mañana del jueves). Uno de ellos podría tener algún tipo de parentesco con la esposa de Rafael Louzán.

La ofensiva policial podría haber servido para desenmascarar a las personas que presuntamente se dedicaban a la distribución de importantes cantidades de cocaína sudamericana (de extrema pureza) en el Noroeste peninsular, por encargo, según algunas hipótesis, de un gran grupo gallego que aún domina la entrada de alijos por las Rías Baixas, en colaboración con los clanes colombianos.

EL OPERATIVO. La primera fase del operativo se cerró a principios de marzo con 24 detenidos (16 de ellos están en prisión) y unos 2.500 kilos de cocaína incautados. En estas líneas se habló de 3.000, o incluso más, que son los que entraron en Galicia a través de planeadoras en Navidad. 800 de ellos, el 30 por ciento del total (en forma de comisión), se quedaron en el mercado, en manos de la organización pontevedresa que aportó la infraestructura marítima y terrestre para llevar a cabo la introducción de la mercancía. Parte de esa cocaína estaría siendo distribuida por los detenidos según sospecha la Policía.

La droga, que llegó a Europa procedente de Sudamérica oculta en un barco mercante, fue decomisada en varios emplazamientos. Entre ellos destacó una nave industrial muy próxima a la ría de Arousa, donde fueron hallados más de 2.000 kilos. Los vehículos de los colombianos detenidos en el Lidl de la avenida de Vigo ocultaban cerca de 100, y otras cantidades aparecieron en otros coches y lugares que fueron objeto de registros domiciliarios.

El jefe de la Brigada Central de Estupefacientes, Ricardo Toro Vázquez, acudió en persona a Galicia para presentar el operativo, calificado de "histórico" tras la detención de dos miembros muy relevantes del clan de Los Boyacos que pretendían establecer una ‘oficina’ en España para la exportación de cocaína teniendo a Galicia como vía de introducción preferente.

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