Los trabajadores de la prisión de A Lama, preocupados por la llegada de Igor el Ruso

Los sindicatos denuncian la falta de personal y formación específica para evitar altercados como los que protagonizó este reo en el centro penitenciario de Dueñas, donde cinco funcionarios resultaron heridos
El serbio Norber Feher, alias Igor el Ruso, escoltado por la Policía. ANTONIO GARCÍA (EFE)
photo_camera El serbio Norber Feher, alias Igor el Ruso, escoltado por la Policía. ANTONIO GARCÍA (EFE)

Los trabajadores del centro penitenciario de A Lama afrontan con preocupación la llegada de Norber Feher, más conocido como Igor el Ruso, quien fue trasladado a la prisión pontevedresa desde la cárcel de Zuera el pasado 12 de mayo. El motivo, la falta de personal y formación efectiva para controlar a uno de los más peligrosos del país, quien protagonizó recientemente un incidente en el centro de Dueñas en el que resultaron heridos cinco funcionarios.

El historial delictivo de Igor el Ruso es muy amplio, ya que además del triple asesinato por el que deberá cumplir a prisión permanente revisable, ya había sido condenado por matar a sangre fría a varios policías y civiles en Italia.

Además, en febrero de 2020, un tribunal le impuso 21 años de cárcel por intentar matar a dos personas en la localidad turolense de Albalate de Arzobispo. 

"Las secciones sindicales de A Lama vemos con preocupación la llegada de este tipo de internos debido a que, por la falta de personal y la carga de trabajo actual, puede provocar nuevos incidentes regimentales poniendo en peligro a trabajadores y reclusos", denunciaron este lunes las secciones sindicales de A Lama a través de un comunicado.

FALTA DE PERSONAL Y FORMACIÓN. Según datos oficiales del ministerio del interior, actualmente existen 77 plazas de funcionarios sin cubrir en la prisión lamense, 52 de las cuales son en el área de vigilancia. Entre ellas destacan las 26 plazas de encargado desiertas, "circunstancia que incide en la organización interior y en la salud laboral de los compañeros, ya que no es posible la rotación en los distintos puestos, siendo siempre los mismos trabajadores quienes asumen la responsabilidad de los módulos más conflictivos".

Esta situación se ha puesto en conocimiento de la Secretaría General, y se ha solicitado que se cubran estas plazas en comisión de servicios hasta que sean ofertadas en los concursos de traslados, recibiendo una respuesta negativa por la administración.

Al déficit de personal hay que sumar que, "desde la Secretaría General, no se realiza una formación real y efectiva de sus trabajadores para afrontar situaciones conflictivas y violentas que se puedan generar." En el plan de formación apenas se ofertan 25 plazas de defensa personal y no para todos los centros, denuncian los sindicatos, que añaden que además, este último año, la formación ha estado suspendida.

CASI UNA VEINTENA DE AGRESIONES EN ABRIL. Sin embargo, la Secretaría General ha enviado a los Directores de los centros un informe en el que muestra su preocupación e interés para reducir las agresiones al personal. En el mismo se insta a las subdirecciones de seguridad a que "se lleven a cabo de forma cíclica prácticas con los útiles, medios, formas y procedimientos que se requieren en la intervención con población reclusa en situación de crisis, así como el abordaje de las situaciones conflictivas".

La situación de personal del centro imposibilita que este tipo de formación se pueda realizar durante los turnos de trabajo, por lo que las secciones sindicales de la cárcel de A Lama han dirigido un escrito dirigido a la Dirección de la prisión solicitado que "nos indique el cómo, el cuándo y las personas cualificadas que impartirán esa formación", sin que se haya producido por el momento una respuesta.

"La administración debe tomar las medidas oportunas y no lanzar informes que parecen cortinas de humos para intentar ocultar las 17 agresiones con lesiones que sufrieron los empleados penitenciarios en el mes de abril en las prisiones dependientes de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias", denuncian los sindicatos.

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