El trabajador acusado de agredir al regidor de Molgas dice que fue este quien le golpeó

"Un señor que insulta, menosprecia y que agrede no es ni alcalde ni persona", asevera
El acusado de agredir al alcalde de Baños de Molgas, durante el juicio. EUROPA PRESS
photo_camera El acusado de agredir al alcalde de Baños de Molgas, durante el juicio. EUROPA PRESS

El trabajador municipal acusado de agredir a Xaime Iglesias, el alcalde del BNG de Baños de Molgas (Ourense), ha sostenido, durante el juicio, que fue el regidor quien le golpeó e insultó a él.

Asegura que el alcalde entró "de forma airada" a un bar en el que se encontraba él y otro compañero, en "el descanso del bocadillo", instándoles a que "se fuesen a trabajar e insultando". "Un señor que insulta, menosprecia y que agrede no es ni alcalde ni persona", asevera.

Los hechos que se han juzgado este lunes en la Audiencia Provincial de Ourense se remontan al 3 de noviembre de 2020. Sobre las 9,45 horas de ese día, el acusado y otro compañero de trabajo se encontraban en un bar de la localidad de Almoite.

Según figura en el escrito de acusación del Ministerio Público, el alcalde de Baños de Molgas, Xaime Iglesias, entró y les recriminó que no estuviese realizando las tareas de limpieza que tenía encomendadas. En ese momento, el procesado adoptó una postura agresiva para dirigirse al mandatario municipal.

Fiscalía sostiene que asestó tres golpes con la mano abierta en la cara del alcalde y lo arrinconó contra un coche. Pero lo que ha contado el acusado difiere de esa versión.

Según el operario municipal, se encontraban en el "rato del bocadillo" y el alcalde "entró de forma airada, pegando gritos en el local". Según su relato, Iglesias pagó la consumición "de malas maneras", a lo que el operario le reprochó "la poca clase y educación" lo que hizo que el alcalde respondiese que "tenía más" que el acusado. Esta discusión hizo que el regidor le "golpease" en un hombro, siempre según la versión del procesado.

Tras ello, ha contado que se marcharon hacia el camión de limpieza, seguidos por el alcalde que les dijo "no valéis para trabajar, solo para tomar chupitos". "Así que bajé y le dije qué insinuaba, pero no lo golpeé, y dentro del bar no hubo ninguna discusión", ha afirmado.

Además, ha negado haberlo empujado contra el capó de un coche o haberlo abofeteado hasta las tres veces que alega la víctima. Indica que "estaba nervioso y enfadado" porque sintió que el regidor lo "humillaba, vejaba e insultaba". "Un señor que insulta y menosprecia, que nos trató de borrachos y que me agrede dos veces no es mi alcalde ni persona. Tengo derecho a defenderme", agrega.

Versión del alcalde. Por su parte, el regidor, al que acudieron a apoyar cargos y militantes del Bloque Nacionalista Galego, ha contado que el encausado lo llamó 'gallego de mierda', un insulto que también ha asegurado haber oído la hostelera del bar que ha declarado como testigo.

"Esta frase hay que verla en su contexto, le dije que se creía más que yo y que era una mierda de gallego. Gallego igual que yo", ha explicado el operario municipal, quien ha descartado en todo momento que fuerte un insulto dirigido al regidor por pertenecer al BNG.

"Ni me importa ni me importará la política", afirma, a lo que añade que no tiene ningún problema con Xaime Iglesias "ni como alcalde ni como persona". "Hasta hemos ido de copas juntos", ha apuntado.

Iglesias, que es el alcalde del ayuntamiento de Baños de Molgas desde 2015, también ha declarado en sala. Según su versión, aunque no tenían un horario obligatorio para la pausa del café, que fuese a primera hora no tenía justificación.

"Intenté transmitir que, por respeto a los vecinos, no podían estar en el bar en jornada laboral, mi intención era que saliesen del bar y se pusieran a trabajar", ha esgrimido. Previamente, había llamado al coordinador de los operarios, quien le indicó que tendrían que estar en una finca cortando piedras.

Además Iglesias ha contado que el camión "estaba oculto entre unas casas". "Si lo estaban haciendo bien, no tendrían por qué tener el camión oculto".

Esto ha contado que fue lo que le recriminó a los operarios al salir del bar, momento en el que, según su versión, recibió "tres guantazos con la mano abierta" y se marchó hacia su coche para evitar que fuese a más.

"Me empujó contra un coche y me llamo gallego de mierda", ha asegurado sobre el acusado, aunque cree que no tuvo sensación de odio hacia su persona ni temor por su vida en ningún momento. "Fue un momento de debilidad", ha opinado.

Derecho a la última palabra. A la buena relación y a la debilidad se ha remitido el acusado durante su derecho a la última palabra. "No teníamos que haber llegado hasta aquí. Somos amigos y estoy seguro de que lo hubiésemos solucionado como personas que somos", ha expuesto. Afirma que estaban "nerviosos" y que llegar hasta la Audiencia "ha sido una tontería".

Fiscalía solicita una condena de año y medio de prisión y una multa de 1.400 euros por un delito de atentado a la autoridad, así como una sanción de 360 euros por delito leve de maltrato de obra, aludiendo a que la "actitud violenta del acusado tiene reproche penal".

Por su parte, la acusación popular, que representa al Ayuntamiento de Baños de Molgas ya que el alcalde renunció a presentar una denuncia a título personal, solicita tres años de prisión por atentado, seis meses de prisión por delito de odio, dos multas de 2.700 y 2.400 euros y una sanción de 450 euros por un delito leve de lesiones. Para el letrado la intención del acusado era "desatenderse desde el principio de la autoridad".

La defensa solicita la libre absolución debido a que no hay delito de odio y tampoco parte de lesiones. Además, se ampara en "la falta de claridad de los hechos".

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