Teresa Fanego: "El dominio del inglés ha mejorado mucho entre los jóvenes gallegos"

Acaba de incorporarse al comité ejecutivo de la Societas Linguistica Europaea para, a partir del 1 de septiembre de 2019, convertirse en su presidenta 

Teresa Fanego Lema (Cariño, 1948)
photo_camera Teresa Fanego Lema (Cariño, 1948)

LA SOCIETAS Linguistica Europaea (SLE) ha tenido presidentes de múltiples nacionalidades desde que se creó, allá por 1966. Alemanes, austríacos, suecos… incluso estadounidenses. Teresa Fanego (Cariño, 1948) se convierte ahora en la primera española —y por ende, gallega— en coronar la cima de la lingüística continental, y lo hace con un claro objetivo en mente: lograr el reconocimiento al trabajo que se hace en España en este ámbito, sobre todo el que desempeña la Universidade de Santiago de Compostela (USC).

¿Qué retos y objetivos se marca al frente de la SLE?
A nivel personal, uno de los retos que me fijo es dar visibilidad a la lingüística que se hace en España, que es de primera fila, y sobre todo a la de la USC y la facultad de Filología. Y ya de modo primordialísimo, a la que ha hecho mi grupo de investigación en los veinte años de historia en que ha estado dirigido por mí. Yo creo que mi nombramiento, de alguna manera, ya implica ese reconocimiento; si no no se hubiera producido.

¿Y a nivel institucional?
También a nivel personal, me gustaría que en Galicia se organizase uno de los congresos anuales de la SLE, aunque lo veo muy difícil.

¿Suelen celebrarse en grandes ciudadades, como capitales europeas?
No necesariamente. Tiene que ser una ciudad con una universidad e instalaciones que permitan acoger el congreso, que oscila entre 550 y 700 ponentes. Son, verdaderamente, muy grandes, por lo que hay dificultades logísticas y oganizativas muy grandes. A mí me gustaría mucho que fuera la USC, o si no en combinación con la UDC y la UVigo, pero soy consciente de que esas dificultades logísticas están ahí. No sé si lo conseguiré.

¿Y cuáles son aquellos retos que marca fuera del ámbito personal?
La asociación está muy consolidada, pero sí creo que hay cosas que pueden mejorar. Los congresos anuales de la SLE son enormes, como ya he dicho, pero hay algunas subdisciplinas de la lingüística que no están, a mi modo de ver, suficientemente representadas. Una es, por ejemplo, la psicolingüística; otra, el minimalismo, las distintas corrientes que derivan de la gramática chomskyana. Si la SLE tiene un ámbito y unas ambiciones muy amplias, deberían estar representadas ponencias de todos esos ámbitos.

Quiero dar visibilidad a la lingüística que se hace en España y en la USC, que es de primera fila y merece reconocimiento

Imagino que no es fácil garantizar el reconocimiento a esos trabajos.
También me gustaría establecer un comité de ética. Es algo muy familiar en las ciencias experimentales, pero también es muy importante en las humanidades. La SLE debería elaborar un documento con su código ético bien explícito, como aviso para navegantes. ¿En qué sentido? Habría que hacerse varias preguntas: ¿los datos que se exponen en un trabajo se presentan siempre de un modo responsable? ¿Se presentan con conocimiento de todos los implicados? Los coordinadores hacen trabajos, y los hacen ayudados por alumnos de posgrado. ¿Cómo se garantiza el reconocimiento a la labor de esos estudiantes?

Una labor que muchas veces está financiada con fondos públicos.
Muchas de las ponencias se hacen con fondos públicos, por lo que esa investigación tiene que ponerse a disposición de la comunidad científica. A veces, la comunidad científica tiene que pagar cifras astronómicas para acceder a ella, y eso no debería ser así. Si uno hace un corpus electrónico, por ejemplo, gracias a que el ministerio te da fondos, tiene la obligación de que esté accesible de modo digital para cualquier otro investigador.

¿Y qué me dice de la situación de las lenguas minoritarias?
La SLE está muy implicada, pero todavía puede aumentar su implicación en su conservación. Hay un número importante de trabajos que se presentan en el congreso anual y que están relacionados con las lenguas minoritarias, los dialectos en riesgo de extinción.

Es vital, porque al final es cultura.
Claro, eso es fundamental. Y en una comunidad como la nuestra es todavía más importante, porque somos bilingües. O en un país como el nuestro, donde hay varios dialectos del castellano.

La SLE es la asociación lingüística más importante del globo, junto con la americana. Sin embargo, un ciudadano de a pie no tiene conocimiento de ella ni de lo que hace. ¿Podría explicar brevemente su cometido y cómo funciona?
El objetivo es impulsar el estudio y la investigación sobre las lenguas europeas y no europeas, potenciando que las ponencias que se presenten aborden el origen del lenguaje humano. Se estudia la evolución de las lenguas, por qué cambian, cómo cambian. ¿Cuál es la relación entre el lenguaje y la sociedad? ¿Hay variables del lenguaje? ¿Hay, por ejemplo, diferencias entre el castellano que hablan los hombres y el que hablan las mujeres? La cantidad de cosas que hace la lingüística es muy amplia.

Y posibilita la aparición de muchas salidas profesionales.
a lingüística se puede aplicar a la traducción, a la ciencia forense, a los trastornos del lenguaje...

El conocimiento es hoy mayor, pero nuestros jóvenes están lejos de los del norte de Europa

¿Qué carencias cree que tiene la sociedad española, en concreto la gallega, en materia lingüística?
Yo creo que el conocimiento de idiomas en España ha mejorado, eso está claro. El dominio del inglés ha avanzado mucho, a mi parecer por una combinación de factores. Uno de ellos es que las familias se han dado cuenta de que es fundamental que sus hijos lo dominen y están dispuestas a hacer todos los sacrificios que puedan. Dos: los docentes que imparten lengua inglesa u otros idiomas han mejorado muchísimo su formación con respecto a hace veinte o treinta años. Tres: las administraciones, tanto la estatal como la autonómica, comparten el mismo objetivo, que es que nuestros jóvenes aprendan idiomas. En muchos centros se ha implementado un programa bilingüe; en algunos, incluso trilingüe.

¿Se ha alcanzado la meta?
Aún no. Si uno compara el dominio del inglés —y ya no digamos del alemán, que sigue siendo muy importante por motivos económicos— que tienen nuestros jóvenes con el que tiene cualquier joven del norte de Europa, e incluso Portugal… es mucho peor.

Podríamos decir, pues, que el tópico de que en España no se habla inglés sigue vigente en cierto modo.
Han mejorado muchísimo el dominio y el uso, pero hay que hacer más esfuerzos. Hay que inculcar a los jóvenes, y esto lo tienen muy claro en el norte de Europa desde hace tiempo, que poco importan los esfuerzos de sus familias, los docentes y las administraciones si ellos no dedican horas de estudio al lenguaje. Ver la televisión en inglés está muy bien, pero solo te dará un conocimiento pasivo.

Hay que hablarlo, no solo oírlo.
Tienes que tener un conocimiento activo y dominar el inglés para hablarlo y expresarlo en todas sus circunstancias, tanto a nivel hablado como escrito, y eso solo se consigue con estudio diario. Los profesores de inglés seguimos hablando la lengua, porque se pierde.

Da la impresión de que incluso la generación de los noventa, que se incorpora ahora al mercado, tiene dificultad para hablar inglés fluido.
Es un hecho, y coarta su acceso a lo más alto del mundo laboral.

Sería interesante, por tanto, que los primeros grados íntegramente en inglés comiencen a ser una realidad en Galicia. Este año hay cuatro.
Nosotros impartimos inglés en los grados de Derecho, Periodismo, Ingeniería Química, Odontología y Criminología. No son muchos créditos, pero creo que a los alumnos de esos grados les viene bien.

La Xunta tiene que recompensar más a los docentes que aceptan dar sus clases en inglés para que compense el esfuerzo

Si uno va a a estudiar a Alemania, por ejemplo, tiene facilidad para encontrar titulaciones íntegramente en inglés. Eso no pasa en Galicia. ¿Estamos atrasados?
Efectivamente. Las administraciones deben ponerse las pilas. En la USC hay materias que se imparten en inglés, pero es una cosa limitada, y los docentes que las imparten, lamentablemente, todavía no están suficientemente preparados. No pueden estarlo, porque muchos son de una generación que ha tenido dificultades para aprender idiomas, pero aún así hacen un esfuerzo muy loable.

¿Qué podemos hacer?
En la USC, a los docentes que aceptan impartir sus materias en inglés se les da un reconocimiento en horas. Es decir, tienen menos carga docente que el resto. Tendría que incentivarse mucho más.

¿Quién es responsable? La Xunta tiene la competencia en Educación.
Cada universidad y la Xunta, efectivamente. La Xunta tiene que incentivar eso mucho más. Hay que recompensarlo de modo que les compense, porque si les quitan tres horas de clase en todo el curso…

Igualdad de género
Es inevitable el lenguaje inclusivo pero resulta muy aburrido leerlo

Una de las últimas polémicas en materia lingüística es la aceptación —o no— de diversos vocablos por parte de la RAE. ¿Qué le parece el caso de palabras como "almóndiga"?
Creo que se puede emplear lenguaje coloquial, pero con ciertos límites. Los que no se pueden emplear son los vulgarismos.

En este sentido, no son pocos los que critican el lenguaje utilizado hoy por los jóvenes.
El lenguaje coloquial que hablan los jóvenes, que no es ni lenguaje coloquial, muchas veces tiene un registro extraordinariamente pobre, donde la lengua se reduce a términos como "cosa". Esto empobrece muchísimo el lenguaje.

No haga una tortilla, cocínela.
Claro. Las palabras generales reemplazan a términos más específicos y precisos, y está claro que son más fáciles de usar.

¿Qué hacemos, entonces, con las "almóndigas"?
Un vulgarismo que se mantiene en el tiempo acaba complementando al original. La RAE tiene que estar atenta a lo que ocurre en la realidad del uso y reconocerlo, porque las lenguas cambian. Solo acepta ese uso cuando se ha generalizado, y no es el caso de "almóndiga".

¿Y qué me dice del lenguaje inclusivo? Está en boca de todos.
Ya me imaginaba que me ibas a hacer esta pregunta [ríe]. El lenguaje inclusivo es inevitable, porque la equiparación de la mujer requiere medidas de todo tipo. En el inglés ya se han producido cambios importantes. El pronombre plural "their" se utiliza para designar a sujetos únicos, sea un hombre o una mujer, en detrimento del "his" o "her".

El español es más complicado.
Tiene que utilizarse con cuidado. Tenemos el morfema "e", que es para las mujeres y los hombres, pero este movimiento no quiere aceptar eso. Esto provoca que sea aburridísimo escribir todo con lenguaje inclusivo. "Hemos tenido presidentes y presidentas alemanes y alemanas". Es pesadísimo y alarga mucho el discurso.

Si uno bucea un poco en las redes sociales, puede encontrar que "les niñes quieren jugar".
Eso es un disparate, es deformar el lenguaje.

¿Y cuál es la solución? En español entendemos que el masculino es el general, ¿no?
Es que lo es. El presidente de la RAE publicó hace poco un artículo en el que dejaba constancia de que el morfema "e" es inclusivo, y por ahí hay que ir.

Literatura
"Shakespeare es el mejor autor en inglés porque es intemporal"


Como especialista en el campo de la lingüística histórica, ha escrito artículos sobre William Shakespeare y Christopher Marlowe. El primero es muy conocido por el gran público; el segundo, no tanto. Resulta irónico, si se tiene en cuenta que Marlowe fue el gran predecesor de Shakespeare.
Marlowe era un autor dramático mucho más culto, con mucha más formación intelectual de la que se le supone a Shakespeare, pero su producción teatral es menos abundante y original.

No ha llegado a tener el impacto de la de Shakespeare. ¿Por qué?
Shakespeare ha abordado temas que forman parte de la idiosincrasia del ser humano. La duda, en el caso de Hamlet; la ambición, en el de Macbeth; la capacidad de engaño, como en Julio César. Son temas universales, y Shakespeare los supo expresar con un lenguaje deslumbrante. Marlowe no está a su altura.

De ahí eso de que puedes leerte un libro de Shakespeare y parecería que lo hubiera escrito ayer.
Una parte importante de Shakespeare es intemporal, porque refleja preocupaciones y temas en los que todos nos reconocemos.

¿No es el inglés de entonces muy distinto al de ahora?
El inglés de Shakespeare ya es un inglés moderno, no medieval. Aun así, hay grandes diferencias. Y no hay que olvidar que el 60% de su producción es en verso, lo cual lo hace aún más difícil, porque el verso distorsiona la sintaxis. No es fácil entenderlo, como tampoco es fácil para un castellanoparlante entender la poesía de los autores españoles.

Le voy a pedir que se moje: ¿es Shakespeare el mejor escritor en lengua inglesa de la historia, como reivindican muchos?
Ay, sí. A mí me parece que de eso no hay duda. Shakespeare es el mejor de la historia, sí. Por los temas que ha tratado, porque refleja nuestros motivos de preocupación y por la forma en que los ha expresado. Él adaptó una lengua muy rudimentaria y la convirtió en algo sublime y deslumbrante. Su mayor logro, antes que los temas que trata, es la lengua.

¿Le hacen justicia las traducciones que se han hecho al español?
La traducción nunca es lo bastante buena o satisfactoria. En Murcia y Valencia se han hecho traducciones muy buenas, pero nunca es lo mismo que el original.

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