El presidente de la República Oriental de Uruguay, Tabaré Vázquez, ha reconocido este martes la impronta y la pegada de los gallegos en su país, que legaron una cultura de trabajo, respeto y compromiso que ha enriquecido a los uruguayos.
Tras una recepción con el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, en el pazo de Raxoi, la sede institucional del Gobierno autonómico en la plaza del Obradoiro, Vázquez ha abierto las puertas de su país a los gallegos para trabajar conjuntamente con los uruguayos y mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos.
Ha mencionado de este modo el plan estratégico de inversiones de la economía uruguaya, dotado con 12.000 millones de dólares, y que mañana presentará a los empresarios gallegos y españoles reunidos en la capital gallega.
"Queremos crecer como país para mejorar la vida de nuestra gente. Venimos en busca de la experiencia que ustedes tienen", ha afirmado el presidente uruguayo que ha recordado que igual que su país abrió la puerta a miles de gallegos, españoles y otros europeos que emigraron durante el siglo pasado, ahora la vuelve a abrir para que puedan trabajar conjuntamente.
Tabaré Vázquez, cuyos abuelos paternos eran gallegos, llegó este mediodía en tren a la capital de esta región, situada a seiscientos kilómetros al noroeste de Madrid, donde en días anteriores se reunió con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy y también con el rey de España, Felipe VI.
En un emotivo discurso, Vázquez en el que ha asegurado que cuando viene a Galicia está como en su casa, ha recordado que sus abuelos se fueron a Uruguay buscando las oportunidades que en ese momento no les ofrecía Galicia y como ellos, miles más, legaron una cultura de trabajo, responsabilidad y compromiso que pusieron a disposición de la sociedad del país porque "no se encerraron en un gueto, sino que colaboraron".
"Y yo estoy seguro de que el pueblo uruguayo está marcado en su ADN, en su material genético, fuertemente por la impronta de aquellos gallegos llegaron con una mano detrás y otra delante pero que nos llenaron de una riqueza cultural enorme y de un enorme cariño y afecto por España y este pueblo que es mi pueblo, que lo siento como tal. Cuando vengo aquí estoy como en mi casa, me siento como en mi casa", ha afirmado.
Núñez Feijóo ha agradecido a Tabaré Vázquez que este mediodía a su llegada en tren a Santiago haya reconocido que llegaba a su tierra y le ha prometido que en Galicia reconocerá una tierra "abierta, hospitalaria y trabajadora" marcada por la "estabilidad y la responsabilidad" cualidades necesarias para generar "confianza".
Estas características, ha dicho, la convierten en un buen lugar para invertir y también para que las empresas de aquí sean contratadas por otros países, como Uruguay.
El presidente gallego también ha elogiado que Vázquez atendiese su invitación, hecha en abril de este año en un viaje a Montevideo, y que presente en Santiago de Compostela el plan estratégico de su economía, dotado con 12.000 millones de dólares en infraestructuras en los próximos años, ya que, ha destacado, "España no solamente es Madrid sino el conjunto de sus ciudadanos".
Ha destacado los lazos de fraternidad que unen Galicia y Uruguay, donde viven unos 40.000 gallegos, y ha incidido en que durante 2015 un total de 288 empresas gallegas exportaron al país americano.
Tras reunirse con el presidente gallego, Tabaré Vázquez fue recibido por el alcalde de Santiago de Compostela, Martiño Noriega, que le impuso la insignia de Oro de la ciudad.
Antes de las recepciones institucionales, Tabaré Vázquez participó, junto con la delegación que lo acompaña, los ministros de Economía, Danilo Astori y de Transporte, Víctor Rossi, en una ofrenda floral al busto del general José Gervasio Artigas situado en la plaza de Uruguay en la capital gallega.
Está previsto que mañana, tras la presentación del plan estratégico en Santiago, la delegación viaje a Madrid desde donde partirá al día siguiente, jueves, al Vaticano, donde será recibido por el papa Francisco.
