"Sito en persona subía y supervisaba la salida de las lanchas sobre el terreno"

El jefe de la Brigada Central de Estupefacientes y su antecesor, que dejó el puesto en diciembre, cuentan al detalle los entresijos de la mayor operación antidroga del siglo XXI

Registro de Astilleros Facho durante la investigación de la operación Mito. DP
photo_camera Registro de Astilleros Facho durante la investigación de la operación Mito. DP

"Todo se inició por separado. En el Sur de España estábamos investigando directamente al número 1 (Sito Miñanco) y en Galicia a una serie de personas que tenían una gran infraestructura marítima. Rápidamente nos dimos cuenta que ambos hechos estaban ligados y que estaban organizando una gran importación de cocaína. Así comenzó todo". Antonio Duarte, jefe de la Brigada Central de Estupefacientes, cuenta en exclusiva los detalles de la operación que dirigió en los últimos meses.

"Ha sido un trabajo de coordinación increíble, porque han participado los Greco de Galicia y de Costa del Sol, la Sección Tercera de Madrid, las Udyco de Galicia, Algeciras y Marbella y un grupo de la UDEF (Unidad de Delincuencia Económica y Financiera). En la investigación pura y dura trabajaron unas 30 personas, pero en el dispositivo final unas 300. El operativo ha sido mayor que la Nécora. Todo estuvo dispuesto para realizar las detenciones por nivel jerárquico, primero a Sito y después al resto. Comenzamos a las seis de la mañana y fueron en cadena".

Sobre las relaciones con el hijastro de Oubiña, el comisario explica que "detectamos que se reunía en Galicia con David Pérez Lago en varias ocasiones. Cuando él no podía era su lugarteniente el que lo hacía". En todo caso, "él en persona, si podía, subía y supervisaba la salida de las lanchas. Ha estado siempre, tanto coordinando la salida como cuando ordenó el hundimiento de las lanchas". En cuanto a esa maniobra que pretendió esquivar la vigilancia policial, el jefe de la investigación explica que "salieron dos (lanchas) y preparamos el dispositivo para vigilar la entrada en los astilleros, pero (Sito) dio la instrucción de que las hundieran".

El jefe de la Brigada Central explica que la red de Miñanco era amplísima. "Las personas de los niveles más bajos de la organización cumplían las directrices de Sito, pero a través de sus lugartenientes. Funcionaba con una empresa. Él era su director general".

Entre los segundos espada destacaba Quique Arango, que se ocupaba de las relaciones con los colombianos, "siempre con el prestigio de Sito".

SIN GRANDES CAMBIOS. La única diferencia respecto a lo que se ha hecho toda la vida en el narcotrá fico gallego han sido "los medios técnicos empleados", más sofisticados, porque "el sistema es el mismo. En la operación Tabaiba (la gran redada de 2009 que sirvió para desmantelar los grupos de Patoco y Parido), la organización enviaba un gran barco a puntos concretos donde podían llegar las lanchas rápidas. Ahora ellos intentan mejorar sus embarcaciones para llegar donde creen que es mejor para ellos, pero el método es idéntico. Un grupo se encarga de los contactos de Sudamérica y los lancheros siguen siendo gente muy bregada que conoce perfectamente el mar. En 2009, en la Tabaiba, pudimos atacar a las organizaciones que prestaban apoyo impunemente a estas personas, y durante muchos años dejaron de hacerlo".

OTRAS OPERACIONES. "Tabaiba fue fundamental, pero la primera detención de Sito, en el año 2001, ya supuso un antes y un después. Nosotros podemos ir a por el número 1 y siempre vamos a por él. Nuestra idea, no solo en Galicia, es investigar a las personas más importantes en cada región. Donde están los grupos más potentes estamos nosotros trabajando", destaca el comisario.

Sobre la organización de los negocios en el mundo del narcotráfico en la actualidad, el jefe de la Brigada Central explica que "todo se hace fuera de aquí, pero finalmente se busca al lanchero gallego. Tras todas las maniobras, ellos confían mucho en esta última parte, la introducción final. Eso siempre les ha salido bien, porque para eso son los mejores. La introducción por puerto la puede hacer cualquiera, lo mismo que mover la droga entre Madrid y Holanda. Pero alijarla y asegurarla, eso solo lo hacen los gallegos, que son los únicos especializados".

En el caso de Sito, también había abierto mercado hacia Holanda y mantenía negocios con grupos de Europa del Este, otra zona con gran demanda de cocaína.

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