El Sergas trata cada año a 13.000 gallegos por consumo de drogas

La cifra lleva varios años estable y más de la mitad de la atención se concentra en pacientes enganchados a los opiáceos y derivados ► Preocupa la tolerancia social de cannabis y alcohol

Alcohol y tabaco, dos de las drogas toleradas socialmente y cuya adicción lleva a muchos gallegos al Sergas. JAVIER CERVERA
photo_camera Alcohol y tabaco, dos de las drogas toleradas socialmente y cuya adicción lleva a muchos gallegos al Sergas. JAVIER CERVERA

El Servizo Galego de Saúde (Sergas) mantiene a tratamiento cada año a unos 13.000 pacientes por problemas con las drogas, la mitad de ellos consumidores habituales de opiáceos o derivados, como la heroína. Es una cifra que se mantiene más o menos estable en los últimos años, según los datos que maneja la Subdirección Xeral de Planificación Asistencial del Sergas.

Esta cifra apenas ha variado, si bien el número de nuevos ingresos ha disminuido considerablemente —en más de 800 personas con respecto a 1997—, lo que derivó en que en el año 2014 se bajase por primera vez de esos 13.000 gallegos sometidos a alguna terapia en el Sergas, aunque fuese más bien de forma simbólica.

Los últimos informes de la consellería sobre la atención a la drogodependencia en Galicia reflejan además una serie de tendencias, como la "preocupación" por el abuso que hacen del alcohol los menores de edad o la tolerancia social al consumo de cannabis.

Los jóvenes de hoy ya no solo consumen menos que los de las generaciones perdidas de hace 30 años —tanto desde el punto de vista cuantitativo como del cualitativo—, sino que pasan de algunas drogas que hace poco más de un lustro estaban normalizadas.

Es el caso del tabaco, que en los últimos tiempos experimentó un descenso entre los jóvenes de más del 50%, hasta el punto de que apenas dos de cada diez fuman con una cierta asiduidad. Se trata de una reflexión hecha a AGN por el subdirector de Saúde Pública, Jorge Suanzes, quien pone sobre la mesa que más del 90% considera que pulirse una cajetilla al día supone un grave riesgo para la salud. Fumar "ya no es cool", aunque esto no impide que se postule como la segunda droga más popular y se adelante el coqueteo con ella.

La sustancia adictiva más consumida sigue siendo el alcohol, con un 72,6% de jóvenes varones que reconocen haberlo ingerido recientemente, por un 74,5% de las mujeres. El dato está un par de puntos por debajo del nacional y, según Sanidade, ha experimentado un ligero descenso en los últimos años. Sin embargo, "preocupa especialmente" el abuso que hacen del alcohol los menores, impulsado por una importante "tolerancia social", incluso dentro de las familias. Prueba de ello, es que "muchos padres firman autorizaciones a sus hijos en fechas señaladas para que beban".

El tercer escalón del podio lo ocupa el cannabis, cuyo consumo se mantiene estable con el paso del tiempo y que compra uno de cada cinco gallegos. En este caso, sí se aprecia una diferencia notable con la tendencia registrada a nivel estatal, donde fuman uno de cada cuatro ciudadanos. Suanzes asegura que existe "una cierta tendencia a su normalización", lo cual podría hacerlo más atractivo a ojos de los más jóvenes. De hecho, los psiquiatras están "preocupados" por los ingresos con cuadro psicótico, casos de esquizofrenia, etc.

El resto de drogas están presentes en la sociedad gallega, aunque con unos porcentajes "muy bajos". Cocaína y heroína presentan cifras que se podrían considerar anecdóticas, aunque sus cuadros son muchas veces más graves.

Edad de inicio
Alcohol y tabaco, cumplidos los 16
En el Sergas preocupa especialmente la precocidad con la que los jóvenes se introducen en el peligroso mundo de la droga. Las encuestas reflejan que el primer cigarrillo llega poco después de cumplir los 16, mientras que las copas se convierten en un habitual de las noches de fiesta incluso antes de soplar los 17.
Habrá que esperar a la mayoría de edad para conocer una de las sustancias que el subdirector de Saúde Pública señala como de mayor tolerancia social: el cannabis. Drogas más duras, como las anfetaminas, la cocaína en polvo, el éxtasis o los alucinógenos son protagonistas entrados los 20, aunque con un consumo muy reducido con respecto a las citadas anteriormente.
Los hipnosedantes
Pese a no estar entre las sustancias más consumidas, los hipnosedantes suponen algo más de la mitad de los nuevos ingresos en el Sergas. Según explican en el departamento autonómico, existen importantes consumos con receta médica, sobre todo en mujeres por encima de los 35 años. Esto es: aumenta con la edad. Existe, sin embargo, "un cierto consumo sin receta", por lo que actualmente se está investigando el control que ejerce el sistema asistencial sobre este tipo de indicaciones.

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