Se investiga el posible empleo de cadáveres de perros y ovejas en la elaboración de pienso

El laboratorio de la patronal conservera Anfaco-Cecopesca, en Vigo, está recibiendo desde ayer muestras de piensos remitidas por las autoridades sanitarias de diferentes comunidades autónomas ante la sospecha de que pudieran contener restos de animales abandonados o enfermos.

El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) investiga la posible elaboración de piensos para alimentar mascotas y también ganado, y sigue la pista a varias plantas clandestinas de almacenamiento de animales muertos en Galicia y a una empresa de transformación de productos cárnicos de Salamanca.

Montse Espiñeira, responsable de la unidad especializada de biología molecular de Anfaco, señala a Efe que la encomienda en el análisis de las muestras de piensos recibidas desde ayer es buscar ADN de perro y de oveja.

Los primeros resultados podrían conocerse la próxima semana, en función del flujo de peticiones que sigan llegando, pues a las autoridades sanitarias podrían sumarse las propias empresas que han adquirido estos piensos.

Sobre la posible utilización de restos de animales abandonados, enfermos o procedentes de zoológicos para la elaboración de piensos, la responsable de la unidad de biología molecular de Anfaco previene del riesgo que supondría "para toda la cadena alimentaria", equiparable, de confirmarse, a la crisis de las "vacas locas".

Incide en que en la elaboración de harinas y piensos se usan habitualmente restos de animales de diferentes especies a las que se va a alimentar con estos productos, pero en su opinión queda "fuera de toda lógica" que se utilicen "cadáveres de perro" para alimentar al ganado que, "al final, consumimos los humanos".

La investigación del Seprona sobre la elaboración de piensos, que sigue abierta, está dirigida por el Juzgado 1 de Ponteareas (Pontevedra) a raíz de varias denuncias, entre ellas la de un refugio de animales de Cambados contra varias empresas transportistas que figuran en la relación de imputados.

La responsable de la protectora, Olga Costa, asegura haber recibido "llamadas amenazantes" de una de las empresas donde se incineran estos animales y que han sido objeto de investigación por parte del Seprona.

En mayo de 2012, este grupo de la Guardia Civil halló dos naves utilizadas como almacén clandestino de animales muertos en el ayuntamiento pontevedrés de As Neves, en una de las cuales encontraron 15 toneladas de cadáveres de animales.

Con anterioridad, había detectado otras instalaciones similares en la comarca del Val Miñor y en Salceda.

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