La "salud pública", clave para que un padre vacune a sus hijos ante el 'no' de la madre

La Audiencia de Pontevedra determina que los niños, de 7 y 11 años, reciban las inyecciones, "un pilar sanitario para frenar las epidemias"

Audiencia de Pontevedra. GONZALO GARCÍA
photo_camera Audiencia de Pontevedra. GONZALO GARCÍA

La sentencia con la que la Audiencia de Pontevedra acaba de autorizar a un padre vigués a vacunar a sus dos hijos a pesar de la negativa de la madre, de la que está divorciado, "tiene en cuenta los intereses de los menores [de 7 y 11 años], que podrían ver afectada su salud" en caso de no recibir las inyecciones que establece el Sergas, "pero sobre todo, y esto fue fundamental en la decisión de los tribunales, obedece a una cuestión de salud pública".

Lo explica ante las cámaras de la TVG el abogado penalista y especialista en familia Guillermo Presa, que asistió al progenitor a lo largo del procedimiento que, recurso de la madre mediante, ha dado la razón a su patrocinado, en una decisión llamada a sentar jurisprudencia en casos similares.

"El fallo incide en la inmunidad de grupo, que refleja que, como demuestran estudios médicos, la existencia de un porcentaje mayoritario de población vacunada frena la expansión de las epidemias", prosigue el letrado, que destaca también que la sentencia reconoce las campañas de vacunación "como uno de los pilares de la sanidad pública".

En cuanto a la línea temporal del procedimiento, el abogado relata que recibió a su cliente por primera vez en junio de 2018, y que este le explicó que quería vacunar a sus dos hijos pero se encontraba con la negativa de la madre, de quien llevaba separado desde 2013 y con la que mantenía una relación cada vez más deteriorada a causa, principalmente, de sus diferencias a la hora de inocular a los niños las inmunizaciones que marca el calendario del Sergas.

Reconoce el letrado que el padre, hasta la separación, había comulgado con la postura materna y por ello habían consensuado no poner inyecciones a los pequeños al margen de "una contra el tétanos y la difteria que hubo que administrar al mayor a raíz de unos cortes que sufrió", pero que con el paso de los años "fue variando" su posicionamiento hasta respaldar el uso de vacunas.

VACUNAS PENDIENTES. Siguiendo los deseos de su cliente, el jurista presentó una demanda contra la madre que fue respaldada por una resolución de la sala viguesa de la Audiencia de Pontevedra. Entonces, la progenitora interpuso un recurso aludiendo a la "voluntariedad" de las vacunas que acaba de ser desestimado. Esto implica que los menores recibirán, a partir de ahora, las preceptivas vacunas, así como algunas que en su día no se les administraron, siempre y cuando su inoculación no se haga imposible debido a la edad.

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