Las salas de apuestas tendrán control de acceso para vetar a los menores

El borrador de la nueva ley gallega del juego, entregado ya al sector y abierto a reclamaciones, sentencia que el responsable de las infracciones será el hostelero y el titular del establecimiento

10,00h.- O director xeral de Emerxencias e Interior, Santiago Villanueva, asistirá á Comisión do Xogo. Na dirección xeral de Emerxencias e Interior (rúa Roma, 25-27).
foto xoán crespo
03/06/2019
photo_camera Santiago Villanueva presidió la reunión con representantes de la comisión gallega del juego. EP

Identificación obligatoria en el acceso en las salas de apuestas y una distancia de al menos 150 metros entre estos establecimientos y los centros educativos. Estos son uno de los ejes del borrador para la actualización de la ley gallega del juego que el director xeral de Emerxencias e Interior, Santiago Villanueva, presentó este lunes a la comisión del sector. Un nuevo paso para adaptar la regulación "ao século XXI" y a la nueva realidad social que, según la Xunta, podría aprobarse ya este año. 

Villanueva trasladó así a la comisión —en la que están representados casinos, bingos y salas de juegos, aunque se prevé agregar a ella a la Federación Galega de Municipios e Provincias, y a las asociaciones de ludópatas y de consumidores y usuarios— un documento que busca actualizar una normativa que data de 1985 y que estará a disposición de la sociedad para consulta y presentación de alegaciones durante un mes. En la reunión, también se abordó el decreto aprobado en Consello da Xunta y que establece la suspensión de la tramitación de nuevas licencias para evitar las especulaciones antes de la entrada en vigor de la nueva ley. Serán así 97 salones de juego funcionando y 21 con el expediente pendiente, así como 41 tiendas de apuestas operativas

"Responsabilidade" es una de las palabras clave de un borrador centrado especialmente en la "protección de menores", dijo Villanueva. De ahí el hincapié en que, para asegurarse de que ninguna persona con menos de 18 años pueda entrar en una sala de apuestas, se dictaminará la obligatoriedad de realizar controles de entrada e identificación de usuarios; una exigencia que, hasta ahora, solo se imponía a bingos, casinos y tiendas de apuestas. El sector "está de acordo", aseguró el director de Interior, que recalcó que la nueva ley señalará "claramente" quién es el responsable de las infracciones: hosteleros y titulares del establecimiento. 

Además, se establece un radio de 150 metros de distancia entre un local y los centros educativos —en lugar de calcularlo mediante el camino a recorrer por el trazado urbano—, y de 300 metros entre un establecimiento de juego y otro, sean del tipo que sean. 

Por otra parte, la publicidad del sector quedará restringida a la prensa escrita, y con limitaciones

FALTA DE PREVENCIÓN. No obstante, las primeras reacciones también mostraron críticas por posibles carencias en materia de prevención o su ambigüedad en aspectos como la presencia de máquinas en bares y pubs. "A lei quédaseme curta", admitió el doctor en Psicoloxía Social de la Universidade de Santiago (USC) Antonio Rial, autor de un estudio que revela que el 23,5% de los jóvenes gallegos de entre 12 y 17 años ha apostado dinero en el juego, el 11% de ellos en el último mes. Un dato que se traduce en que hay alrededor de "12.000 rapaces" con riesgo de desarrollar conductas de juego problemático e incluso patológico, advirtió en la Radio Galega. 

Pese a que el control de accesos puede dar respuesta al hecho de que el 70% de los menores recurre a máquinas de apuestas deportivas y en ocho de cada diez casos no se les pide el DNI, Rial censuró que la prevención no cuente con un capítulo específico en el documento, que no se contemple una inversión fuerte en la educación —al estilo de la ley autonómica contra el alcohol— o que se prohiba la publicidad en horario infantil "cando o problema é o horario xeneralista". Así, abogó por acompañar el cambio normativo de una labor de información y concienciación a la ciudadanía, y por la creación de un observatorio gallego.

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