Más de 1.500 personas asistieron esta tarde a la celebración del primer curro de la Rapa das Bestas de Sabucedo, uno de los "más fuertes" de los últimos años, según reconocieron miembros de la organización. El hecho de haber adelantado un día, por primera vez en esta edición, la bajada de los caballos del monte contribuyó a esa fuerza, ya que 'bestas' y 'aloitadores' se encontraron descansados para medir sus fuerzas, cuerpo a cuerpo, en una lucha limpia en la que las manos son la única arma.
Las 'bestas', más de 350, ya habían sido bajadas a las 15.00 horas de la zona de 'O Castelo', al pueblo de Sabucedo, donde descansaron hasta las 18:55 horas en que comenzó el primer curro de esta edición, con alrededor de 200 reses en el semicírculo y una treintena de aloitadores.
El espectáculo fue seguido por más de 150 periodistas españoles, alemanes, franceses y portugueses, según confirmaron fuentes de la organización.
Se inició, como es costumbre, con la retirada de los potros, tarea que encomendaron a los pequeños 'aloitadores'. Una vez que quedaron solo los caballos adultos, comenzó la lucha, casi siempre, con la misma técnica: dos personas agarran por la cabeza a la res y otra la sujeta por los cuartos traseros para desequilibrarla y derribarla. A veces consiguen tumbarla, otras simplemente dominarla de pie, pero todo acaba con el corte de las crines, antiguamente aprovechadas para la elaboración de colchones, escobas o instrumentos de cuerda.
El curro se repetirá mañana a las 12.00 horas y el lunes a la misma hora, con la particularidad, este último, de estar dirigido especialmente a personas con discapacidad, que tendrán un fácil acceso a las gradas.
Pero la fiesta en la Rapa no solo está en el curro. Cientos de visitantes copan los rincones de sombra del entorno de Sabucedo con sus tiendas de campaña, que no levantarán hasta última hora de mañana o primera del lunes. Son los asiduos a una cita que une tradición y diversión y que es una de las cinco fiestas de Galicia -junto con el Apóstol de Santiago, el Festival Celta de Ortigueira, la Romaría Viquinga de Catoira y el Corpus de Ponteareas- declarada Festa de Interese Turístico Internacinal, reconocimiento que le llegó en 2007.
Según cuenta la tradición, la celebración tuvo su origen en una tremenda peste que asoló la comarca en torno al año 1567, cuando dos hermanas le ofrecen a San Lorenzo, patrón de Sabucedo, dos caballos de su propiedad para que las librase del mal. La peste terminó y ambas cumplieron la promesa de entregarle las 'bestas' al párroco y con el tiempo los animales se fueron reproduciendo en los montes de A Estrada, Forcarei y Cerdedo, en donde hoy en día pastan libremente en torno a 800 reses.
