Rosario Porto dejó el chalé de Teo y sus tres pisos a la única amiga que conservaba

El principal misterio en torno al legado de la madre de Asunta se ha desvelado al salir a la luz los nombres de las cuatro personas que eligió para dejarles sus bienes, pero la resolución de la herencia sigue siendo un enigma. Y es que el grueso de la sucesión de Rosario Porto quedaría en manos de María Teresa Sampedro, una amiga de la familia apodada La Nena que era la única visita de Charo en prisión. Con todo, deberá hacer cuentas para saber lo que debe pagar a Hacienda por recibir lo que Charo le asignó: el chalé de Teo donde fue asesinada la pequeña, los dos pisos en el Ensanche compostelano y el de veraneo en Vilanova. A los ya significativos pagos por heredar, esta mujer deberá abonar unos tributos aún mayores por no ser familiar directa de la difunta. 

En el testamento, firmado por Rosario ante un notario en Betanzos a finales de 2013, pocos meses después de entrar en la cárcel de Teixeiro —fue su primera y una de sus únicas salidas de prisión, custodiada por dos guardias civiles—, figuran además otros tres nombres: los de los abogados que la asistieron legalmente a lo largo de su vida, Juan Guillán Fajardo y José Luis Gutiérrez Aranguren, y el de una prima lejana. Los dos letrados ya han anunciado que renuncian a sus partes en la herencia aduciendo, en ambos casos, motivos de "ética". 

De esta forma, según desveló El Correo Gallego, el conocido penalista coruñés ha rechazado una colección de arte valorada en varios miles de euros que Charo heredó a su vez de sus padres y que incluye cuadros de Castelao. En cuanto a Juan Guillán, no ha trascendido el patrimonio desechado. En el caso de la pariente lejana, el legado son joyas de oro de Socorro Ortega, madre de Charo, valoradas en más de 10.000 euros. Se desconoce aún si esta mujer aceptará su parte. 

La Nena es la única persona que visitaba a Rosario Porto en prisión

Así las cosas, el futuro de la herencia de Rosario Porto pende de la calculadora de La Nena, que tendrá que determinar el dinero que tendría que pagar en el impuesto de sucesiones y si, en primer lugar, dispone de esa liquidez, aunque hay una serie de estrategias para hacer frente a estas tasas aun sin tener posibles como, por ejemplo, pagar a Hacienda con el dinero recibido en el propio testamento —se desconoce cuánto le dejó Porto— o incluso, llegado el caso, pactar de antemano la venta de uno de los inmuebles con un adelanto para abonar los tributos. 

¿UN CHALÉ INVENDIBLE? Los bienes que deja Porto superan de entrada el medio millón de euros, pero cabe introducir varios matices. El tristemente célebre chalé de Teo —de piedra y con un extenso jardín con piscina y pista de tenis—, donde mató a Asunta, estaba tasado en cerca de 800.000 euros, pero su valor de mercado se desplomó con el crimen, que le colgó el cartel de casa de los horrores. Charo, ya desde prisión, lo había puesto en venta por la mitad, 400.000 euros, pero ni así consiguió en vida colocárselo a nadie. Devorado desde 2013 por la vegetación y recientemente por un incendio, podría estar valorado actualmente en 250.000. 

Más salida en el mercado tiene el piso que Rosario heredó de sus padres en la céntrica calle compostelana de Doutor Teixeiro, con un valor aproximado de 200.000 euros, aunque el hecho de que Porto residiese en ella también podría echar para atrás a más de uno. Distintos son los casos del de veraneo en la playa de As Sinas (Vilanova), tasado en unos 200.000, y el de la compostelana Xeral Pardiñas, la calle con el metro cuadrado más caro de toda Galicia, lo que lo eleva hasta los 300.000. 

ÚNICA AMIGA DE PORTO. La heredera de este patrimonio conocía a la madre de Asunta desde que era una recién nacida por ser amiga de sus padres. Nunca se separó de Charo, ni tras su detención ni tras ser condenada, y era la única que la visitaba en prisión.