"La respuesta inmunitaria tras la vacunación es superior a la de pasar la enfermedad"

Se espera que en unas semanas se apruebe en Europa una segunda vacuna contra el covid-19
África González, segunda por la izquierda. EP
photo_camera África González, segunda por la izquierda. EP

Catedrática de Inmunología de la Universidad de Vigo, hasta este verano presidenta de la Sociedad Española de Inmunología, investigadora del Centro de Investigaciones Biomédicas (Cinbio) y miembro de la Real Academia Galega de Farmacia, África González ha recibido hace días el premio Women CEO, en la categoría Mujer y Ciencia. En esta entrevista habla de las vacunas y del futuro del covid-19 ahora que hay algunas disponibles.

¿De todas las vacunas que ya se están administrando en distintos países cuál es la que puede ser a la larga más efectiva y por qué?

La experiencia que hay con respecto a las vacunas tradicionales es que cuanto más semejante al patógeno original, mejor funciona la vacuna. De hecho, la mayoría de las vacunas que se emplean en el calendario vacunal de niños y la de la gripe en personas mayores emplea patógenos atenuados o muertos, que son los que mejor respuesta dan, ya que el sistema inmunitario lo ve creyendo que es el patógeno real y ejerce una potente respuesta inmunitaria. En base a esto, se pensaría que una vacuna con un virus SARSCov 2 modificado para disminuir su virulencia o empleado muerto podría ser lo más eficaz, pero esto hay que demostrarlo, y el proceso de crecimiento del virus es más complejo, largo y costoso. Estas vacunas llevan mucho más tiempo en hacerse. Pfizer-BioNtech ha sido ya autorizada por diversas agencias (FDA, EMEA, Canadá..), mientras que Moderna lo ha sido por la FDA, pero aún no por la europea. Ambas vacunas de RNA, autorizadas por vez primera en humanos, han mostrado muy buenos resultados de eficacia para proteger de la enfermedad (95%). Ambas contienen RNA viral que codifica para la proteína de la espícula (S) y tienen pequeñas diferencias entre ellas. El principio en el que se basan es el mismo, que la persona vacunada sintetice la proteína S del virus, y que nuestro sistema inmunitario la vea como extraña y responda frente a ella con todo su ejército de células y anticuerpos.

¿En qué se diferencia la inmunidad que una persona consigue tras pasar la enfermedad de la que consigue una sana que se vacuna?

Habitualmente la respuesta inmunitaria que se obtiene tras la vacunación es superior a la que se consigue tras pasar la enfermedad, y esto se ha demostrado también para el SARS-Cov-2 con la vacuna de Pfizer, comparando las respuestas desarrolladas por personas vacunadas con aquellas que pasaron la infección, analizándolo en tiempos parecidos. Hay varias razones. La primera es que la vacunación se lleva a cabo en un individuo sano, y por tanto su sistema inmunitario está en plena forma para responder frente al virus; mientras que durante la infección, la enfermedad puede debilitarlo. De hecho, la mayoría de pacientes con covid-19 grave tienen menor número de linfocitos que las personas sanas. La segunda es que la vacuna no solo lleva componentes del virus, sino otros elementos que por sí solos también ayudan a activar la respuesta inmunitaria, como la cubierta lipídica o los adyuvantes. 

¿Qué porcentaje de la población tiene que estar vacunada para conseguir inmunidad de grupo?

Depende de lo infectivo que sea un virus. Se mide por un dato que se conoce como ritmo reproductivo básico (Ro), que indica el número de casos nuevos infectados a partir de 1 caso. Por ejemplo, en el caso del sarampión, que es muy contagioso, 1 persona infectada puede contagiar a 12-18 personas, mientras que el SARS está entre 2-5. Cuanto más alto es el Ro más difícil es controlar la progresión de la pandemia, y por tanto necesitaríamos un mayor porcentaje de personas vacunadas. En el caso del sarampión necesitaríamos a más del 90% de las personas vacunadas para contener los contagios comunitarios, mientras que para el SARS, los epidemiólogos han estimado que requeriría entre un 60-70% de la población.

Se han descrito varias mutaciones, pero por ahora no se ha concluido que el virus sea más letal ni que la vacuna no sea efectiva

Teniendo en cuenta que no se sabe todavía si una persona vacunada puede seguir transmitiendo el virus aunque no enferme, ¿realmente contribuyen estas vacunas a crear inmunidad comunitaria?

Las vacunas se diseñan para disminuir la enfermedad, sus secuelas y muertes. Aunque una persona vacunada pudiera infectarse y transmitir el virus, sería durante un periodo de tiempo corto y si se va encontrando con otras personas vacunadas, finalmente el virus no puede replicarse y en un periodo de tiempo la infección desaparece. Por esto es tan importante que la vacunación sea lo más masiva posible, para impedir que queden grupos de personas donde el virus pueda seguir infectando y expandiendo la pandemia. Hay datos que apuntan que las vacunas de Pfizer y Moderna protegen de la enfermedad, pero también podrían disminuir la transmisión del virus.

¿Le preocupan estas variantes del virus detectadas en el Reino Unido o Sudáfrica, que parecen estar convirtiéndose en las preponderantes y que resultan más contagiosas?

Hay que estar alerta a estas variantes y a otras que puedan surgir. Los virus mutan y esto les puede llevar a aumentar o disminuir su capacidad de contagiar. Se está estudiando qué ocurre con estas variantes, que por lo que parece se han expandido mucho en poco tiempo, lo que ha llevado a pensar que son más contagiosas. Durante todo este año de pandemia, se han descrito varias mutaciones en el virus que afectan a la proteína S, que es la llave de entrada a nuestras células, pero por ahora no se ha descrito ni que el virus sea más letal, ni tampoco que la vacuna diseñada no sea efectiva.

¿Podría darse alguna que, además de ser más contagiosa, provocase formas más graves de la enfermedad?

Sí, podría incrementar el contagio y su virulencia, pero también las mutaciones podrían tener el efecto contrario. Por ejemplo, tenemos otros coronavirus que producen catarros comunes, son contagiosos pero la enfermedad que producen suele ser muy leve. Así a lo largo del tiempo, sobrevive el virus y también su huésped, nosotros. Si un virus fuera muy letal y matara a casi todas las personas contagiadas, en breve tiempo se extinguiría.

¿Servirán las vacunas pese a esas mutaciones?

En general el SARS-CoV2 se ha visto que muta mucho menos que otros virus como el VIH o la gripe. La empresa Pfizer estudió la respuesta de su vacuna frente a 20 variantes del virus y fue eficaz frente a todas ellas, por lo que por ahora no parece preocupante. Hay que seguir haciendo vigilancia a nivel internacional de las secuencias del virus, para conocer las variantes que van circulando y tomar decisiones dependiendo de lo que vaya ocurriendo.

Se ha visto que el virus muta mucho menos que otros como el del VIH o el de la gripe

En cuestión de un año ha aparecido una enfermedad y ya se cuenta con varias vacunas. Aunque se insiste en que se han desarrollado con mucha rapidez, usted ha recordado que la ciencia básica en la que se basan algunas de ellas, llevan décadas en desarrollo...

La doctora húngara Katalin Karikó, madre de la vacuna de ARN, lleva 40 años estudiando si el RNA podría usarse en vacuna y en terapia, y su patente, junto con otro colaborador, es la que han empleado tanto Pfizer-Biontech como Moderna. El problema es que hasta el momento no se había autorizado ninguna vacuna de este tipo, ya que se tenía más experiencia con las de patógenos atenuados, muertos, vectores virales o con subunidades de patógenos. Es la primera vacuna de RNA autorizada. Ha sido posible gracias al empeño de esa científica visionaria, y a una inversión millonaria.

¿Qué posibilidades cree que hay que el SARS-CoV2 circule para siempre con epidemias anuales como las de la gripe?

En la situación ideal, de memoria duradera inducida por la vacuna, y con el virus sin cambios significativos, una persona vacunada quedaría protegida frente al virus y no necesitaría vacunarse de nuevo. Si se hace una campaña global de vacunación en poco tiempo, que cubra a la mayor parte de la población, podríamos parar esta pandemia. Al haberse extendido tanto por todos los países, existir personas asintomáticas, y con su transmisión aérea, creo que será difícil erradicarla en poco tiempo. Pero dado que la vacuna induce memoria inmunitaria, no desarrollaríamos enfermedad, aunque nos expusiéramos al virus de nuevo.

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