La droga del Karar tendría un valor de 140 millones de euros en el mercado

La operación Donky contra la organización que presuntamente lidera el fugado Juan Carlos Santórum se salda con 28 detenidos y la desarticulación de toda su infraestructura marítima ► El buque ya está en Vigo 

La intervención de un nuevo alijo de más de 4.000 kilos de cocaína, transportada en fardos en un buque con destino a Galicia y que fue interceptado en altamar, ha dejado al descubierto una "estrategia" por parte de las organizaciones de narcotraficantes para "aprovechar" el estado de alarma y el confinamiento y tratar de introducir droga en España y Europa. 

Así lo ha trasladado el comisario general de la Policía Judicial, Eloy Quirós, en declaraciones a los medios en el Puerto de Vigo, a donde ha llegado este martes el barco Karar con la droga (valorada entre 130 y 140 millones de euros, a la espera de los análisis de pureza) y sus 15 tripulantes detenidos a bordo, un gallego y 14 extranjeros, de Bangladesh y Nepal. 

"Si la estrategia de los grupos criminales, que parece que era así, era aprovechar esta situación (de confinamiento) para introducir cocaína, les ha fallado totalmente. El control, la vigilancia y la investigación no se han rebajado en ningún momento", ha incidido el comisario. 

La patrullera Torpedo de la Armada Española y el buque Petrel del Servicio de Vigilancia Aduanera han conducido al Karar, remolcador con bandera de Togo, desde aguas próximas a las islas Canarias hasta las Rías Baixas. El mercante, que fue apresado el sábado por la Policía Nacional tras la investigación de la unidad Greco Galicia, transportaba en su interior 4.000 kilos de cocaína que pretendía introducir en la provincia de Pontevedra la organización de lancheros más activa de cuantas permanecían en O Salnés, presuntamente liderada por el ahora fugado Juan Carlos Santórum Navazas.

El buque llegó al puerto de Vigo este martes al filo de las 10.15 horas para su inspección sobre el terreno por parte de la jueza instructora, el fiscal Antidroga y el Comisario General de Policía Judicial, Eloy Quirós Álvarez –quien ha viajado desde Madrid para supervisar personalmente la descarga ante la magnitud de la operación–, así como los responsables de las pesquisas, responsables de este nuevo golpe de mano a los poderosos clanes de la cocaína que siguen muy presentes en el Sur de Galicia.

A las 10.45 horas, bajo la vigilancia desde el aire de varios helicópteros de la Policía que sobrevolaban el puerto, los agentes iniciaron las labores de descarga de las cuatro toneladas de droga.

Los agentes, este martes en el buque tras su llegada al puerto de Vigo. GONZALO GARCÍA

BALANCE. La operación fue bautizada con el nombre de Pantín. Fueron detenidos los quince tripulantes de un barco con pabellón de Togo que llevaba a bordo la droga y otras trece personas en tierra, la mayoría en O Salnés.

La investigación comenzó hace seis meses al constatar que un grupo formado por experimentados lancheros y conocidos traficantes se dedicaba presuntamente a ofrecer sus servicios a varias estructuras de narcotraficantes para recoger cocaína en altamar.

Para ello contaban con un gran número de lanchas y motores, que guardaban en almacenes de seguridad distribuidos entre el norte de Portugal y diferentes localidades de Pontevedra.

Los investigadores detectaron que esta organización estaba ultimando ciertos detalles, como la construcción de lanchas y pequeñas embarcaciones de pesca o el acopio de combustible y víveres para una posible descarga. Además constataron constantes movimientos de lanchas rápidas para ocultarlas en las naves de las costas gallegas, lo que alertó a las autoridades de que se encontraban en la última etapa de preparación de la operación de narcotráfico.

Con la colaboración de las autoridades de otros países, los investigadores localizaron el barco con bandera togolesa que había cargado la droga a principios de mes y llevaba unos 20 días de travesía y, posteriormente, lo interceptaron a unas 300 millas de las costas de Galicia.

Sus tripulantes eran todos originarios de Bangladesh y Nepal, excepto uno de nacionalidad española y de Galicia, y el barco fue escoltado por la Armada española hasta el puerto de Vigo, en el que ha atracado este martes.

Al mismo tiempo, los autoridades activaron un amplio dispositivo policial en tierra que culminó con la detención de trece personas en Galicia y 21 entradas y registros en domicilios. Se incautaron de cinco lanchas rápidas y numerosos vehículos supuestamente utilizados por los narcotransportistas.

OPERACIÓN. Mientras, en tierra, la jornada del lunes sirvió para completar los registros que quedaban pendientes con el objetivo de desposeer a la organización criminal de capacidad futura para realizar operaciones de narcotráfico como las que venía desarrollando en el pasado. Sí pudo ser detenido Braulio V., uno de los hombres de confianza de Santórum y que se hallaba en libertad provisional tras relacionado por la Udyco con un pase de cuatro kilos y medio de droga en enero de 2019. Junto a él cayeron once personas más, relacionadas todas ellas, cree la Policía, con las tareas relacionadas con la descarga de estupefacientes, que se efectuaba con lanchas rápidas.

En el caso que nos ocupa, el Karar partió de Panamá hace algo más de un mes y, tras varios días fondeado en aguas del litoral sudamericano (en el límite fronterizo entre Colombia y Venezuela), cortó toda comunicación con el exterior. Fue en ese impás cuando cargó la droga que pensaba introducir en las rías gallegas. Sin embargo, la sexta planta de la Comisaría de Pontevedra, sede de la unidad Greco Galicia, manejaba esa misma información. Así, y tras esperar a que el buque estuviese a tiro (pero sin arriesgarse a que se hallase al alcance de las planeadoras), organizó su abordaje, con los GEO como punta de lanza. En el barco se produjeron 15 arrestos (todos extranjeros salvo un gallego, el representante del clan). En tierra, mientras, caía el resto de la organización y su infraestructura.

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