El regreso de Antonio Rosón al Parlamento

El PPdeG tumba la idea del BNG de retirar al primer presidente de la Cámara una sala con su nombre por su pasado franquista
Antonio Rosón Pérez. AEP
photo_camera Antonio Rosón Pérez. AEP

El que fue primer presidente de la Xunta preautonómica y del Parlamento gallego, el lucense Antonio Rosón Pérez, seguirá dando nombre a una de las salas del Pazo do Hórreo, después de que el PPdeG tumbase la propuesta del BNG de retirárselo por su pasado falangista.

Y es que donde el diputado nacionalista Luís Bará ve un "verdugo" que dirigió una "cruenta represión en Becerreá e Os Ancares", el popular Pedro Puy ve a una figura que ayudó a militantes galleguistas como Ramón Piñeiro y contribuyó a la transición sin que esté "acreditada historicamente" su relación con el golpe de Estado y la represión. Dos visiones opuestas que marcaron el debate de la proposición no de ley en el primer pleno del Parlamento del curso político y que ilustran a la perfección la controversia que genera una figura fundamental de la política gallega.

Licenciado en Derecho y abogado, Antonio Rosón ejerció una intensa actividad política en el franquismo en las Cortes y la Diputación. Y llegada la transición, la UCD lo nombró primer presidente de la Xunta, por aquel entonces todavía preautonómica. Pero el perfil galleguista de Rosón complicó los planes estatales al rebelarse contra la intención de dar más estatus a Cataluña y Euskadi en sus estatutos que a Galicia. Así que la UCD lo sustituyó por José Quiroga, al parecer mucho más dócil y centralista. Corría el año 1979.

Pero Antonio Rosón también pasó a la historia como primer presidente del Parlamento gallego, en 1981, cargo que ejerció hasta su muerte en 1986. Y como tal figura este verano se bautizó con su nombre una de las salas del Pazo do Hórreo (junto a otras 14), justo la de los portavoces. "¿É estrano que un Parlamento honre o seu primeiro presidente, elixido democraticamente?", preguntó Puy, que censuró además la incoherencia del BNG porque hace cinco años, cuando en 2016 el Parlamento concedió su medalla de oro a Antonio Rosón, ningún nacionalista se pronunció e incluso acudieron al acto.

Sin embargo, el BNG reprocha que se intente iniciar su biografía "en 1978" obviando capítulos anteriores, una crítica donde algunos ven una 'vendetta' porque en 1982 expulsó del Parlamento, por no acatar la Constitución, a los nacionalistas Bautista Álvarez, Lois Diéguez y Claudio Garrido.

Rosón tuvo una intensa actividad política antes de 1975, pero también después, cuando instauró el 25 de julio como Día de Galicia, impulsó la repatriación de los restos de Castelao o puso en marcha una Xunta en pañales. Fue, en palabras de su propia sobrina, "hijo de todos sus tiempos". Incluso de los que no le tocó vivir, visto que ahora su nombre vuelve a recorrer el Parlamento gallego.

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