Queda en libertad el autor confeso de la muerte de dos gays en la calle Oporto

Jacobo Piñeiro Rial, autor confeso de la muerte de dos gays en un piso de la calle Oporto de Vigo, ha abandonado esta madrugada la prisión provincial de A Lama, por decisión de la Audiencia Provincial.

Fuentes judiciales confirmaron que Jacobo Piñeiro "ya salió de prisión" y que a las 9.40 horas acudió a firmar a la sede viguesa de la Audiencia Provincial, tal y como establece el auto judicial, que le obliga a comparecer diariamente ante la Justicia, hasta que se celebre un nuevo juicio.

Jacobo Piñeiro se encontraba en la prisión de A Lama desde el 13 de julio de 2006, por lo que a las 00.00 horas de este martes se alcanzó el plazo máximo de prisión provisional que establece la Ley de Enjuiciamiento Criminal.

Comparecencia diaria ante la Justicia
Según la comunicación de la Audiencia, el responsable de la muerte de los jóvenes gays Isaac Pérez Triviño y Julio Anderson Luciano, debe comparecer ante la Justicia todos los días y entregar el pasaporte para evitar que abandone el territorio nacional.

Finalmente no se atendió, por tanto, la propuesta de la acusación y del fiscal para que se le dotará de una medida de vigilancia telemática, y según la de decisión de la Audiencia "se solicitará del Director General de la Policía Nacional y la Guardia Civil que dé las órdenes precisas a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad a su mando para que cuiden de que el imputado cumpla de manera estricta con la anterior prohibición" de abandonar el territorio nacional.

Exculpado por un jurado popular
El asesinato de los jóvenes se produjo en un piso de la calle Oporto, en julio de 2006. El detenido que confesó la autoría, había sido exculpado por un jurado popular de los delitos de homicidio, alegando que había actuado en legítima defensa, y únicamente se le condenó por el incendio de los cuerpos y la vivienda, por lo que se le impuso una pena de 20 años de prisión.

El Tribunal Superior de Xustiza de Galicia, por el contrario, decretó la celebración de un nuevo juicio, tras anular el veredicto inicial, pero, mientras no se celebre, el imputado debe quedar en libertad.

Las dos víctimas del suceso, Isaac Pérez Triviño y Julio Anderson Luciano, recibieron 57 puñaladas.

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