'Que voltem para a casa' reclama en Santiago el ''acercamiento de los presos políticos gallegos''

Esta mañana ha tenido lugar en Santiago de Compostela la presentación oficial de los nuevos proyectos de la plataforma Que voltem para a casa, que exige el acercamiento de "presos políticos gallegos".

Que voltem para a casa denuncia el empleo "sistemático" de la legislación antiterrorista en los operativos policiales, la "utilización desmedida y abusiva" de la prisión preventiva, el papel de "tribunal de excepción" que la Audiencia Nacional juega en el procesamiento de "los detenidos por motivos políticos", la "dispersión penitenciaria" con una "finalidad estrictamente punitiva de castigo a las familias y amigos de las personas presas" y el régimen penitenciario "cerrado al que están sometidos".

Exigen la derogación de la legislación antiterrorista que provoca "el desamparo judicial y la indefensión de las personas detenidas", la puesta en marcha de mecanismos jurisdiccionales y protocolos que garanticen la integridad física y psicológica de las personas durante los arrestos, la derogación de la jurisdicción excepcional de la Audiencia Nacional y que se juzguen las personas procesadas por un tribunal territorial ordinario. Además, la desactivación de la legislación de excepción "impropia de un estado democrático" y el traslado a un centro penitenciario de Galicia "evitando así el desarraigo social y cultural".

Han definido la suya como una asociación de carácter estrictamente humanitario, apartidario y plenamente independiente de cualquier institución pública u organización política y social cuyos únicos motivos fundacionales son denunciar la situación de indefensión de los "presos políticos gallegos", la "vulneración" sistemática de sus derechos, la "ilegalidad" de su tratamiento jurídico y penitenciario, y exigir un "respeto escrupuloso" por los derechos fundamentales.

Patricia Cordo, Raúl Agulleiro y Zelia García, representantes de Que voltem para a casa han expresado que "este amor por los nuestros es un deber cívico y humanitario", al tiempo que han pedido batallar contra una política penitenciaria marcada por una ideología determinada.

Entre otras comparecencias de esta mañana, Martín Paradelo, secretario de organización de la CNT en Compostela,
ha recordado, aunque sin una cita expresa, que con Resistencia Galega se da una "excepcionalidad" que "obedece a motivos políticos".

Con un hilo de voz, seguido de un sollozo una vez sentado, ha mentado a sus compañeros y amigos María Osorio, Adrián Mosquera, Antón Santos y Carlos Calvo, "personas humanas, buenas personas, con una vida relacional completa, profunda, afectiva".

Alfredo Edreira, de Causa Galiza, ha apuntado la necesidad de una "lucha" por la repatriación de estos seres humanos, "encarcelados y dispersados ilegalmente" y, alzando la voz, ha espetado "denantes mortos que escravos", antes de que en la clausura clamase por el independentismo.

Manoel Santos, responsable en la Anova de Xosé Manuel Beiras de relaciones con los movimientos sociales, ha dicho que esta organización asume "sin ambigüedades" los postulados de Que voltem para a casa y ha cargado contra la "mentira y criminalización de toda disidencia contra el discurso hegemónico" que ejercen algunos. Hace falta, ha agregado, "mucha labor educativa" par destruir una "falacia terrorífica".

Xiana González, de Frente Popular Galega, ha mostrado el apoyo de la FPG "para lo que se precise" y Ricardo Castro, de la CUT, ha afirmado que todas estas personas de las que hoy, como cada día, "nos acordamos", están ahí "por defender sus ideas democráticamente". "Y este sistema nos ahogará si no somos capaces de derribarlo", ha recalcado.

Rebeca Bravo, de Nós-UP,
ha manifestado que quienes debían estar entre rejas son buena parte de los políticos del Ayuntamiento de Santiago, y, en instancias más altas, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, y el del Gobierno, Mariano Rajoy. Son ellos "quienes deberían estar en esa situación" en la que se hallan nuestros compañeros, víctimas de un "sucio sistema penitenciario español" que "repugna".

En dicho acto, la directiva se olvidó de presentar a Carlos Morais, secretario xeral de Primeira Linha, pero él así lo hizo constar y en su turno subrayó que el PP debe "ser ilegalizado".

Mostró su respaldo a este movimiento que está con aquellos internos a cientos de kilómetros de su lugar de origen, exigió la "inmediata liberación" de todos ellos y apuntó que España no tiene "legitimidad" para juzgar a quien lucha por sus ideas, y menos cuando "estamos ante un estado en descomposición gobernado por un partido corrupto del cual solicitamos la ilegalización".

A esta presentación también ha asistido, entre otros, la escritora y profesora de la Universidad de Santiago de Compostela, Teresa Moure, que no ha hecho uso de la palabra, como sí hicieron otras organizaciones que apoyan a esta plataforma.

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