"Desde que hicieron esa obra, ese punto se ha convertido en un lugar muy peligroso"

Los vecinos del lugar donde se accidentó el autobús explican que en esa zona "nace agua" y eso ya provocó otros accidentes ►La séptima víctima mortal es una mujer de 47 años de Vigo, que iba con la superviviente. Ambas habían viajado a Lugo a ver a sus parejas ►Las labores ahora se centran en preparar la retirada del vehículo ►La investugación durará semanas

Con las causas del accidente en plena fase de investigación, el equipo especializado en la materia de la Guardia Civil maneja todos los condicionantes que pudieron influir en el fatal desenlace del autocar siniestrado en Pedre en Nochebuena, que cayó desde un puente de 35 metros, con el resultado de siete muertos –el lunes apareció el séptimo cadáver– y dos heridos.

Sin albergar ninguna duda de la importancia del factor meteorológico en una noche de lluvias intensas y fuertes rachas de viento y a falta de un análisis concreto sobre la velocidad que alcanzaba el vehículo antes de la salida de vía, un tercer elemento se presenta como diferencial en el caso: el estado de la vía en el que se produjo la tragedia. "Desde que hicieron esa obra, ese punto se ha convertido en un lugar muy peligroso. Yo soy de aquí y conozco bien el lugar y, pese a ello, paso por ahí muy despacio, siempre que llueve se acumula agua", destaca uno de los vecinos del enclave con los que pudo hablar este periódico.

"En esa zona –que se ganó al monte para realizar la reforma del vial– nace agua, no entiendo cómo no lo tuvieron en cuenta", destaca otro. Hablan de las obras acometidas a partir de septiembre de 2016 en el punto kilométrico 66,8 de la Nacional 541, solo unos metros antes del lugar del accidente del autocar de Monbus en el que fallecieron siete personas el pasado sábado.

Distancia desde la que se precipitó el autobús. GUARDIA CIVIL
Distancia desde la que se precipitó el autobús. GUARDIA CIVIL

Fue una reforma de la intersección que conduce hacia Serrapio, Bugarín y Quireza, lugares a los que anteriormente se accedía por un cruce situado unos metros antes del actual y que ahora ha quedado en desuso tras la ejecución de los citados trabajos, que incluyeron el desbroce y la limpieza de un tramo forestal en el que, según los vecinos, existen acuíferos que van a dar al río Lérez.

La intención de Fomento era ampliar el radio de la curva y mejorar la visibilidad. La inversión en la obra superó los dos millones de euros, según trascendió en su día. Sin embargo, lo cierto es que desde entonces se produjeron accidentes en un punto en el que anteriormente no se registraban.

Sin ir más lejos, el 7 de septiembre pasado, el conductor de un BMW acabó empotrado contra el quitamiedos derecho en una salida de vía muy similar a la del autocar, en el mismo punto, con la suerte de que los protectores de la carretera le mantuvieron en el arcén.

Retiran del río Lérez el autobús accidentado

Tras horas de intenso trabajo, el operativo coordinado por los técnicos del Ministerio de Transportes ha conseguido rescatar del río Lérez el autobús accidentado en Nochebuena en Cerdedo-Cotobade.

Causas del accidente

Así las cosas, se espera que la recuperación del autobús siniestrado pueda arrojar más luz sobre las causas del siniestro. Se trata de un vehículo de unos seis años de antigüedad, con capacidad para 55 pasajeros y que, como se sabe, realizaba para la compañía Monbus la línea Lugo-Vigo.

Hasta el momento, según confirmó este lunes el delegado del Gobierno en Galicia, José Miñones, que se desplazó hasta el lugar del accidente, todavía no ha sido analizada la información del tacógrafo del autobús, cuyo conductor, uno de los dos supervivientes, ha dado negativo en las pruebas de alcohol y drogas. Miñones ha concretado que podría llevar semanas cerrar la investigación.

Concluida la búsqueda de los desaparecidos, un equipo de los bomberos del Grupo de Emergencias Supramunicipal (GES) de A Estrada ha descendido hasta el autobús para realizar tareas de preparación de cara a la retirada del vehículo del río.

Así, los profesionales han cortado árboles y han retirado partes de la carrocería del autobús para aligerar su peso y, asimismo, evitar que el agua se concentre en el interior del habitáculo.

Labores de rescate

La mañana del lunes volvió a ser intensa para los servicios de Emergencias, con una ardua labor de los helicópteros de la Guardia Civil y de los Guardacostas de la Xunta de Galicia. El motivo era la alerta emitida por un familiar de la mujer superviviente de que había una persona más que no había sido localizada.

El cuerpo apareció en torno a las 12.00 horas a unos 700 metros del lugar del siniestro, río abajo, y, como los anteriores, fue trasladado por efectivos de Guardacostas en el Pesca I.

En cuanto a los medios desplegados el lunes, volvieron a estar liderados por la Guardia Civil y los bomberos del Deza y el GES de A Estrada, además de los Guardacostas de la Xunta. A ellos se unieron los técnicos, que hicieron sus primeras valoraciones acerca de las opciones de izar el autocar desde el viaducto.

Finalizadas las tareas de rescate de las víctimas, los trabajos en la zona se centran ahora en la recuperación del vehículo del lecho del río, para lo que será necesario la instalación de una grúa. Las pruebas de carga de la infraestructura comenzaron en la mañana de este martes.

La séptima víctima era de Vigo y viajaba junto a la superviviente

La séptima víctima mortal del accidente de Pedre es una mujer de Vigo de 47 años de edad y, por las informaciones que trascendieron el lunes, regresaba de visitar a su pareja en la cárcel de Monterroso.

Traslado del último cadáver, recuperado este lunes. LAVANDEIRA JR. (EFE)
Traslado del último cadáver, recuperado este lunes. LAVANDEIRA JR. (EFE)

Su cuerpo no fue hallado hasta este lunes en el río Lérez, pues, aunque inicialmente se pensaba que ya habían sido localizados todos los ocupantes del bus, el hijo de la pasajera superviviente (María del Rosario González Rocha, vecina de Ponteareas que permanece en la unidad de cuidados intensivos del Hospital de Montecelo) se puso en comunicación con los servicios de emergencias para alertar de que su madre no viajaba sola en el autobús, sino con otra mujer.

Ambas volvían juntas de visitar a sus parejas en el centro penitenciario de la provincia lucense. Algunas informaciones apuntan que, al enterarse del suceso, su compañero sentimental sufrió un ataque de ansiedad en la cárcel.

El conductor del bus recibe el alta hospitalaria

Carlos Monzón, el conductor del autobús de Monbus accidentado en Cerdedo-Cotobade recibió el alta en la madrugada del lunes, mientras que la mujer superviviente se encuentra en la Uci del Hospital de Montecelo de Pontevedra, fuera de peligro. Fuentes sanitarias explicaron que sufre varias fracturas pero que permanece estable.

El hombre, vecino de Vigo de 63 años y que cuenta con una dilatada experiencia al volante de vehículos de transporte de pasajeros, había sido trasladado al Chus de Santiago, donde ingresó en la unidad de críticos. Asimismo, la Guardia Civil confirmó que había dado negativo en los test de alcohol y drogas que se le realizaron.

Monzón suma dos etapas en la empresa Monbus y durante estas jornadas está recibiendo numerosos mensajes de apoyo de sus compañeros y familiares.

La víctima más joven del siniestro es Eneas Valverde, de 21 años y un púgil brillante al que le auguraban un gran futuro. Estudiante en Lugo, viajaba para cenar con los suyos en Nigrán.

Mercedes Castro Blanco, de Carmoega, en Agolada, es otra de las fallecidas. Había dejado su turismo en Lalín para ir en el autobús y cenar con su hija y sus dos nietos.

El resto de víctimas son Guadalupe Díaz, una profesora madre de dos hijos que impartía clases este curso en O Carballiño; Cruz Castro Eiras —jubilada tras años como empleada de una pastelería— y Jaime Val Castro, madre e hijo que residían en el municipio pontevedrés de Lalín y eran naturales del ayuntamiento de Agolada; Edith Luz, natural de Perú y residente en Soutomaior; y la mujer de Vigo de 47 años cuyo cuerpo fue rescatado este lunes.