Cerca de medio centenar de abogados y numerosos imputados en la Operación Carioca participaron en la preconstitución de prueba que ha convocado para hoy la titular del Juzgado de Instrucción Número 1 de Lugo, Pilar de Lara, en la que presta declaración la prostituta brasileña cuyo testimonio dio origen a esta investigación.
Fuentes de la defensa explicaron que se trata de "una prueba testifical anticipada", en la que tendrían que estar presentes todos los imputados o sus representantes legales, en caso de que no pudiesen acudir a la citación, por lo que fue preciso habilitar la sala de vistas que normalmente es empleada para celebrar las bodas civiles.
Los funcionarios judiciales fueron llamando por orden a los citados, entre los que estaban los proxenetas implicados en la causa, pero también las demás personas que forman parte del sumario, entre las que figuraban los agentes de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado imputados por la instructora. No pudo acudir, sin embargo, el cabo de la Guardia Civil que fue detenido y encarcelado en el marco de la Operación Carioca -que más tarde quedó en libertad con una orden de alejamiento-, porque tuvo que ser ingresado por problemas de salud en un hospital de Luarca (Asturias).
A la entrada de la sala de vistas se vivieron momentos de cierta tensión, cuando algunos de los imputados llegaron a increpar a los reporteros gráficos para evitar que tomasen imágenes de sus caras, aunque finalmente no fue precisa la intervención de los agentes del orden.
La abogada de tres de los imputados, la letrada Iliana de la Cal, explicó que la "testigo protegida" que prestó declaración "es la primera chica que desencadena la Operación Carioca, al denunciar abusos sexuales o tratos de favor de la Guardia Civil con respecto a unos clubes de alterne en detrimento de otros".
Con respecto a la prueba preconstituida, la letrada aclaró que se celebra "como si fuese el acto de juicio oral", porque "no hay posibilidad por parte de esa persona" de asistir a la vista que se celebrará para juzgar a todos los imputados en esta operación. En declaraciones a los medios de comunicación, esta letrada también expresó su malestar porque considera que la instrucción "se está alargando más de la cuenta" y se han practicado pruebas que son "prácticamente inútiles".
En la misma línea, recordó que fueron llamadas a declarar unas ochenta prostitutas que "involucran a mucha gente, extendiendo la responsabilidad penal con una interpretación excesivamente rigurosa". Desde su punto de vista, esa situación ha provocado que se esté haciendo "una instrucción más larga de lo necesario", con una "conculcación" incluso "del derecho de defensa".
