Portugal pone fecha y tiempos al Ave a Vigo y presiona a España

Empezará la obra de alta velocidad en 2026 para unir Galicia y Oporto en menos de hora y media en 2030. En una segunda fase se acortará el viaje a solo 48 minutos, aunque dependerá de la implicación española
Un 'comboio' de Portugal. EFE
photo_camera Un 'comboio' de Portugal. EFE

Un tren de alta velocidad que una Oporto-Vigo en menos de hora y media en 2030 y, pocos años después, en apenas 50 minutos. Ese es el escenario que proyecta el Gobierno del vecino Portugal, que parece ciencia ficción viendo que hoy es imposible recorrer ese trayecto en menos de tres horas y media. Sin embargo, el compromiso luso es firme y, como ejemplo, ayer se presentó por todo lo alto en la capital del Douro como el gran "proyecto que une el país" y "mejora su proyección al mundo".

Una apuesta que al mismo tiempo le mete presión a España, obligada a ponerse las pilas con la alta velocidad del noroeste y cambiar su histórica concepción madridcentrista. Porque no hacerlo supondrá que el Ave atlántico pare en Valença y no cruce el Miño.

El primer ministro de Portugal, António Costa, presidió este miércoles la presentación de la línea de alta velocidad Lisboa-Oporto, que incluye también la futura conexión con Vigo, una infraestructura cuyas obras arrancarán en 2026 en su primera fase —hasta 2030— y que permitirán realizar el viaje de Oporto a Vigo en 1 hora y 25 minutos. Un avance que tendrá además un efecto rebote que acercará también Santiago y A Coruña a Portugal, bajando a menos de la mitad las actuales 6 horas de viaje.

Además, Costa desveló que en una segunda fase, que se prevé a partir del año 2030, la conexión entre Oporto y Vigo permitirá realizar el viaje en un tiempo todavía inferior, es decir, en 48 minutos, gracias a una nueva conexión entre el aeropuerto de Sá Carneiro y la localidad de Nine.

El enlace con Vigo "va a reforzar la fachada atlántica" y "es el primer paso para la integración de Portugal en la red ibérica de alta velocidad", destacó Costa. Una integración que, en todo caso, dependerá también de la actitud al otro lado de la Raia. Porque en la infraestructura que va de Braga a Valença hay un trecho que liga con España y que "obviamente tendrá que estar articulado" con el Gobierno español. Es decir, advirtió, que "solo se podrá construir esa parte" cuando España también planifique la infraestructura.

Unir Vigo por alta velocidad con Portugal supone una reconfiguración absoluta de los tiempos y la posibilidades de viaje para el conjunto de la comunidad gallega. Según el esquema presentado este miércoles, el recorrido desde la estación de Sao Bento (Oporto) será de cerca de 3 horas hasta A Coruña, lo que supone reducir a la mitad las seis horas y 34 minutos que hay actualmente. Además, el recorrido entre Oporto y Santiago será de 2.30 horas.

En la segunda fase, los tiempos se reducirán significativamente y el recorrido entre la segunda ciudad portuguesa más importante y A Coruña será de 2.23 minutos y de 48 minutos hasta Vigo. A partir de ahí se pueden extraer los tiempos de otras conexiones, sumando media hora más a la de Santiago a Ourense, por ejemplo. Y las tristes excepciones del mapa ferroviario serán, una vez más, Lugo y Ferrol, que siguen desconectadas del conjunto de la red.

"Después de décadas de desinversión ferroviaria, de cierre de líneas y de prioridad al transporte individual que nos trajo una enorme dependencia del automóvil, estamos llevando a cabo una revolución", afirmó por su parte el ministro de las Infraestructuras luso, Pedro Nuno Santos, en la ceremonia de presentación de la línea.

Y se paró en la "importancia de la conexión" de la línea de alta velocidad al Miño y a Galicia, que "también comenzará en la estación de Campanha, pasará por el aeropuerto Sá Carneiro y por Braga y Valença rumbo a Vigo". "Sabemos, en base a los estudios, que esta es la conexión entre Portugal y España con más demanda. Sabemos de las relaciones sociales, económicas y culturales".

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