Rosario Porto puso fin a su vida ahorcándose en su celda de la cárcel de Brieva. La madre adoptiva de Asunta Basterra arrastraba una depresión profunda en los últimos años, y lo cierto es que ya había intentado suicidarse en varias ocasiones.
En noviembre de 2018, los responsables de la prisión de A Lama la sometieron a vigilancia cada dos horas tras un intento de suicidio en la ducha con un cordón. En ese momento se especuló con que se trataba de un intento por llamar la atención, ya que no paraba de llamar a su compañera de celda mientras perpetraba el intento.
El abogado de Rosario Porto, José Luis Gutiérrez Aranguren, negó en su día el intento de suicidio, si bien un año más tarde reconocía la profunda depresión por la que pasaba la madre de Asunta.
"Ella no se molesta en salir de la enfermería y está absolutamente abatida", aseguraba Aranguren.