"Está muy débil físicamente"

Porto se calma en A Lama

La madre de Asunta, por cuyo crimen fue condenada, es vigilada día y noche por una 'reclusa sombra' tras su traslado de prisión
Rosario Porto
photo_camera Rosario Porto

Rosario Porto salió de la prisión de Teixeiro ‘dando un portazo’. Su carácter arrogante y conflictivo trajo de cabeza a casi todos los funcionarios que trataron con ella y el calificativo de insoportable es casi unánime. De ahí que Instituciones Penitenciarias optase, a finales de febrero, por cambiarla de prisión, para que reflexionase y adaptase su comportamiento a su nueva realidad.

El destino era la pontevedresa prisión de A Lama, bastante más distante de su entorno que el penal coruñés. «En cierto modo, los traslados son una forma de castigar las actitudes rebeldes», apuntan fuentes penitenciarias. La asesina de Asunta Basterra, su hija, realizó un intento desesperado de evitar la mudanza, ingiriendo abundantes pastillas de bromazepam, pero la estrategia sólo le sirvió para ganar unos días y destrozar aún más su salud. Porto llegó a A Lama el domingo 5 por la tarde, horas después de recibir el alta hospitalaria y tras recoger sus pertenencias en Teixeiro.

Sin embargo, una semana después, su fama de altanera y problemática parece haberse quedado en la provincia coruñesa. «Pasa totalmente desapercibida. En Teixeiro presentó varios escritos de protesta y en A Lama, hasta ahora, no lleva ni uno. Antes se llevaba fatal con las funcionarias y ahora la relación es respetuosa», aseguran las mismas fuentes, quienes, no obstante, no se atreven a interpretar que esta moderación obedezca a que la reclusa haya aprendido la lección. Todavía es pronto para sacar esa conclusión.

Rosario Porto ha pasado su primera semana en A Lama en el módulo de enfermería. Y ahí parece que se quedará durante una buena temporada. Nada más llegar, se le aplicó el PPS (Protocolo de Prevención de Suicidios), algo rutinario en cualquier ingreso pero que, en el caso de la abogada santiaguesa, tenía una indudable justificación. Desde el primer momento le fue asignada una ‘presa sombra’, que no se separa de ella en ningún momento. La acompaña en el comedor, en el patio, en el baño... y ambas comparten la misma celda, únicamente separadas por una pared transparente.

Los ‘presos sombra’ reciben una formación especial en León durante tres meses para soportar la tensión a la que se van a enfrentar, «porque muchos de los ‘vigilados’ suelen reaccionar de forma muy grosera y tener malos modos con ellos». No es el caso de Porto, que, hasta ahora, ha aceptado sin rechistar a su ‘gran hermana’.

Ambas comparten módulo con unos 70 internos, de los que una docena, aproximadamente, son mujeres. «En Enfermería están internos convalecientes, otros muy enfermos y los que presentan patologías psiquiátricas agudas. No es una convivencia fácil», explican fuentes penitenciarias. Las medidas preventivas sobre Rosario Porto se prolongarán el tiempo que lo considere conveniente el equipo multidisciplinar (médico, psicólogo y educador social) que la siguen a diario.

Comentarios