"Unha árbore, unha vida" es el lema del proyecto Raíces con el que la empresa Funeraria San Marcos quiere convertir a Pontevedra en una comarca pionera a la hora de despedir a los seres queridos fallecidos. La iniciativa implica la creación de 'bosques de vida' a través de la plantación de un árbol por cada persona fallecida y arrojar sus cenizas en el mismo lugar, explica el empresario Juan Perdiz, que ya ha contactado con concellos de la comarca y comunidades de montes para su puesta en marcha.
"Queremos crear bosques en distintos municipios de la provincia que permitan rendir un homenaje a las personas fallecidas y a su memoria", indican desde San Marcos. "Es una forma distinta de crear un importante vínculo entre as familias y la persona fallecida, así como de fortalecer su recuerdo".
Queremos crear bosques en distintos municipios de la provincia que permitan rendir un homenaje a las personas fallecidas
Tal y como explica el empresario pontevedrés en su día a día se encuentran a mucha gente a la que le gustaría "dar un sentido en positivo a la muerte de un ser querido". "De esta manera lo vinculas a la naturaleza y a la vida, pero no todo el mundo tiene una finca en la que poder plantar un árbol", dice Juan Perdiz, que confirmó este lunes que esta iniciativa será pronto realidad en Pontevedra, ya que varias comunidades de montes de Pontevedra se han mostrado interesadas.
Sobre la mesa se encuentra la posible construcción de estanques y la plantación de árboles de especies autóctonas por parte de la empresa funeraria en los terrenos dirigidos a ser 'bosques de vida'. El siguiente paso será arrojar las cenizas en el mar, a siete millas de la orilla, explica Juan Perdiz, aunque este proyecto aún está dando los primeros pasos.
