Pontevedra acoge sendos juicios por violencia con arma blanca

La sección quinta de la Audiencia de Pontevedra verá mañana el juicio contra José Manuel V.S., acusado de un delito de homicidio en grado de tentativa, al tratar de propinar una cuchillada en el estómago a su compañero de piso, que la víctima detuvo con su mano, lo que le produjo un corte en un dedo que no le ha dejado secuelas.

El fiscal pide para José Manuel V.S. 6 años de prisión por unos hechos que se produjeron el 1 de diciembre de 2012 en el domicilio que ambos compartían en la Travesía de Vigo.

Durante una discusión, el acusado supuestamente cogió un cuchillo de cocina con el que intentó agredir a la víctima, que esquivó las acometidas, y luego cogió otro de mayores dimensiones con el que le alcanzó en una mano, en vista de lo cual el agredido se refugió en su habitación hasta la llegada de la Policía.

Además de la pena de prisión, el fiscal interesa para el acusado una orden de alejamiento con un radio de 300 metros durante un periodo de diez años, así como una indemnización de 210 euros a la víctima.

Así mismo, la sección quinta de la Audiencia de Pontevedra acogerá el miércoles el juicio contra Jorge R.R., acusado de un delito de robo con violencia y otro de lesiones por herir supuestamente con un arma blanca al director de una oficina bancaria en Baiona (Pontevedra) en diciembre de 2012.

El fiscal tiene en cuenta el agravante de reincidencia en su petición de penas para Jorge R.R., quien, según consta en el escrito de acusación, tenía varios antecedentes por hechos similares, el más reciente de los cuales fue sancionado en octubre de 2009 con 3 años y 9 meses de prisión.

Según sostiene el Ministerio público, el acusado acudió a primera hora del 18 de diciembre de 2012 a la sucursal de Banco Santander en Baiona "con el ánimo de ilícito beneficio".

Consiguió entrar en el despacho del director con la excusa de que tenía que entregarle un papel y una vez dentro lo amenazó con un cuchillo de cocina con una hoja de entre 30 y 40 centímetros que llevaba oculto bajo la ropa.

El director reaccionó agarrando con sus manos el cuchillo por el filo y forcejeó con el atracador, quien acabó huyendo.

Esa reacción le produjo a la víctima diversas heridas en los dedos, como la sección de los tendones flexores, lo que implica como secuela definitiva la inutilidad parcial de la movilidad de los dedos afectados.

Tras someterse a diversas intervenciones quirúrgicas, tratamiento rehabilitador y psicológico, el director de la oficina bancaria está pendiente de "sanidad definitiva", de la que dependerá la cuantía solicitada como indemnización a la parte demandada.

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