Los policías detenidos en Ourense presentan dos viviendas como aval para pagar las fianzas

La jueza les impuso la obligación de comparecer ante el juzgado de Instrucción más próximo a su domicilio todos los días, entregar sus pasaportes y les prohibió abandonar el territorio nacional
 

Registro en la casa familiar de Toén de los dos hermanos detenidos. TVG
photo_camera Registro en la casa familiar de Toén de los dos hermanos detenidos. TVG

Los dos policías detenidos a raíz de las investigaciones por el robo de seis armas de la Comisaría de Ourense (entre 2014 y 2015), la publicación de anónimos que apuntaban la existencia de una trama interna de corrupción y la muerte de otro agente en dependencias policiales, han presentado este martes dos viviendas como garantía para el pago de la fianza de 60.000 euros que le impuso a cada uno la titular del Juzgado de Instrucción número tres. 

Tras pasar a disposición judicial el pasado domingo, la jueza Eva Armesto decretó que ambos agentes, que son hermanos gemelos, quedasen en libertad bajo fianza y les concedió un plazo de cinco días para hacer entrega de esta cantidad. 

Además, les impuso la obligación de comparecer ante el juzgado de Instrucción más próximo a su domicilio todos los días, entregar sus pasaportes y les prohibió abandonar el territorio nacional. 

Los agentes han tardado poco más de un día para hacer entrega de la fianza. A primera hora de la mañana ambos se acercaron hasta el Juzgado de Instrucción número tres de Ourense, en compañía de su letrado, para presentar dos viviendas familiares como garantía. 

En caso de que esto no sea suficiente, han mostrado su disposición a aportar la cantidad en metálico que sea necesaria para cubrir completamente la fianza. 

Los agentes tienen sendos pisos en Ávila (donde uno trabajaba como monitor de tiro en la Academia de Policía) y en Ribeira (A Coruña); además del domicilio familiar en Toén (Ourense) en el que se encuentran ambos tras haber sido puestos en libertad. 

Además, al hermano que trabaja en la Academia de Ávila (el otro está jubilado por incapacidad permanente) se le requirió la entrega de las dos pistolas que posee como agente, porque a raíz de la detención se le ha privado del derecho de tenencia y porte de armas. Las dos le fueron requisadas después de que explicase en dónde se encontraban.

REGISTROS. A lo largo de la mañana se realizó un registro de los dos vehículos que están incautados en la Comisaría de Policía y que quedaban por analizar en busca de pruebas. 

El pasado domingo se procedió al registro de un Volvo, en el que se encontraron restos de sangre que uno de los hermanos explicó que procedían de haber transportado en su interior los restos de un cerdo tras una matanza familiar. 

Este martes la jueza Eva Armesto, el fiscal y el abogado de la defensa estuvieron presentes durante el registro de los otros dos coches incautados, un Audi A5 y un Peugeot, sin que se encontrase nada de relevancia. 

Desde la defensa se ha confirmado la intención de solicitar que se devuelvan ambos vehículos "por no ser útiles para la causa".

DETENCIÓN. El pasado viernes los dos hermanos gemelos eran detenidos a raíz de las investigaciones de la Policía Judicial de Ourense como responsables de los delitos de robo con fuerza, tenencia ilícita de armas, revelación de secretos, simulación de delito ante funcionario, denuncia falsa, injurias y calumnias (entre los años 2014 y 2015), pero también por su posible implicación en la muerte de un agente en la Comisaría (en abril de 2016). 

Los hechos que investiga la titular del Juzgado de Instrucción número tres de Ourense se iniciaron en agosto de 2014, con la desaparición de tres armas del búnker de la Comisaría. En febrero de 2015 volvieron a desaparecer otras tres armas. 

En la red wifi del Sindicato Unificado de Policía (SUP) de Ourense aparecieron varios anónimos que vincularon la desaparición de las armas con una red interna de corrupción en la que algunos agentes también harían la vista gorda a actividades de traficantes para obtener información. 

Una investigación de Asuntos Internos no logró dar con el paradero de las armas, pero remató con la conocida como operación Zamburiña (cuya causa sigue instruyendo el Juzgado número uno de Ourense) que supuso el desmantelamiento de la unidad antidrogas y la suspensión de seis de sus integrantes. 

En abril de 2016 se producía el último suceso vinculado a este caso, la aparición del cuerpo del que había sido responsable de Comunicación de la Policía de Ourense (y compañero de trabajo de uno de los dos detenidos) con una nota en la que se confesaba autor de los robos y de los anónimos. 
 

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