Objetivo conseguido para el artista anónimo que, armado "con pértigas y una lata de 15 kilos de pintura" y amparado por "la noche", pintó de azul cielo un toro de Osborne para "hacerlo desaparecer", una pretensión que, a juzgar por las imágenes, logró.
La historia la cuenta en Twitter el periodista Peio Riaño, que asegura haber contactado con el pintor. La emblemática estructura, una de las 91 que siguen en pie en España, está ubicado en un margen de carretera en Trasmiras, en la comarca de A Limia.