La segunda jornada de paro total de los mejilloneros gallegos deja escenas de calma en los puertos, donde no se produjeron descargas tras los violentos disturbios del primer día de huelga. Tras los incidentes, la Consellería de Pesca ha llamado a todas las partes implicadas en el conflicto a sentarse en una mesa de negociación.
Representantes de la Plataforma de distribución del mejillón en Galicia (Pladimega) mantienen el paro indefinido. La falta de un acuerdo con los demás colectivos, pese a la mediación de la Xunta, puede provocar problemas de desabastecimiento del mercado a partir de este fin de semana, según las firmas depuradoras.
El departamento de Carmen Gallego retomará el jueves los contactos con los productores enfrentados e intentará constituír una mesa de diálogo con Administración, productores, depuradoras y cocederos. Estos dos últimos sectores han asegurado ya su disposición a al diálogo durante el encuentro que mantuvieron este miércoles con el secretario xeral de Pesca, Miguel Ángel López Sieiro.
Una de las representantes de los cocederos, Rosa Santórum, indicó que su posición en el conflicto es la de "víctimas", ya que salen perjudicados por "no tener poder de decisión" en un conflicto entre el sector productor. Los cocederos, que no trabajaron durante esta jornada, no quisieron pronunciarse sobre si podrán retomar la actividad el jueves.
Por otro lado, los representantes de las 42 depuradoras existentes en Galicia señalaron que adquirieron stocks suficientes en previsión del inicio de la huelga para producto fresco. Por ello, calculan que podrán trabajar sin problemas hasta el próximo viernes o sábado, aunque el paro continúe.
Por su parte, a la cita de la Consellería con los productore sólo acudió Pladimega, mientras que Federación Arousa Norte, Asociación Virxe do Rosario y Conde Udra, de Bueu, declinaron la invitación y convirtieron el encuentro en inútil. Consideran que, tras la colocación de artefactos explosivos y los enfrentamientos del miércoles, no es el momento de negociar.
Críticas a la actuación de las fuerzas de seguridad
Por otra parte, este miércoles el alcalde de Vilanova de Arousa, Gonzalo Durán criticó este miércoles la actuación de las fuerzas de seguridad durante los disturbios registrados el martes en el puerto de la localidad, donde un grupo de mejilloneros que secundan el paro indefinido se enfrentaron a la policía e intentaron impedir la vuelta al trabajo de los productores de Arousa Norte y Virxe do Rosario.
Durán responsabiliza directamente de los disturbios al subdelegado del Gobierno en Pontevedra, Delfín Fernández, al que acusa de haber abandonado la vigilancia del puerto durante la noche, por lo que esta mañana volvieron a aparecer quemadas varias grúas del muelle, aseguró.
Por este motivo, el regidor municipal exigió la dimisión de Delfín Fernández, al que calificó de "inepto", al tiempo que defendió la actuación de la Policía Local.
Un mejillonero en la UCI
Desde Pladimega, asociación que agrupa a la mayoría del sector y que convocó el paro indefinido, también reclaman la renuncia del subdelegado del Gobierno, por autorizar una carga "brutal" y "desproporcionada" contra los manifestantes concentrados en el puerto de Vilanova, y señaló que denunciarán los hechos en los juzgados.
Como resultado de los enfrentamientos, cuatro agentes de la Guardia Civil y una decena de mejilloneros resultaron heridos. Uno de ellos permanece ingresado en la UCI del Hospital Clínico de Santiago con un traumatismo craneoencefálico y se encuentra "estable dentro de la gravedad".
El subdelegado del Gobierno aseguró, sin embargo, que la intervención de los antidisturbios estuvo "justificada" y fue "proporcionada" a la gravedad de los incidentes provocados por los manifestantes, que lanzaron tuercas y otros objetos contra los mejilloneros y las fuerzas del orden.
Tensa calma en la Ría de Arousa
La situación en los muelles arousanos, tras los incidentes de del martes, se mantuvo en relativa tranquilidad. Las asociaciones Federación Arousa Norte y Virxe do Rosario, contrarias al paro, no realizaron descargas, porque no estaban seguros de contar con protección policial.
Sin embargo, la Subdelegación del Gobierno de Pontevedra confirmó que se habían enviado efectivos de Policía Nacional y Guardia Civil para garantizar la calma, pero no se registraron incidentes. Sí hubo presencia de piquetes de los bateeiros que continúan con el desarrollo de la huelga.
