El ex director general de Novacaixagalicia (NCG) José Luis Pego ha defendido este miércoles su prejubilación millonaria asegurando que podría haber cobrado más de los 7,7 millones de euros que percibió si se hubiera ido antes de la fusión de las cajas integrantes del nuevo banco, Caixanova y Caixagalicia.
Durante la tercera sesión del juicio en la Audiencia Nacional contra la excúpula directiva de NCG, Pego ha revelado este miércoles que el que fuera el jefe de inspectores del Banco de España Pedro González le recomendó que "fuera egoísta" y se prejubilase, "pero que lo hiciera dentro de la caja", en su caso de Caixanova.
Según su declaración, González, en una conversación telefónica, le invitó a no sentirse obligado a mostrar "lealtad" a ningún miembro del banco, ya que con el cambio de Gobierno que se iba a producir en el otoño de 2011 iban a modificarse también a los interlocutores del supervisor presentes durante el proceso de fusión, concretado en diciembre de 2010.
Asegura estar "muy tranquilo", porque "todos los acuerdos han pasado por los órganos de gobierno y por la comisión de retribuciones"
Ha rechazado la tesis de la Fiscalía de que estuviera planeando marcharse ante la inminente bancarización de las cajas porque, si se hubiera prejubilado "entre enero y septiembre de 2010, las cantidades hubieran sido mayores" que las que percibió en septiembre de 2011, tesis que "con una calculadora se puede verificar".
Además, como el resto de los otros cinco acusados -Javier García de Paredes, Gregorio Gorriarán y Óscar Rodríguez Estrada, y el abogado Ricardo Pradas-, ha defendido que su intención no era abandonar la entidad con motivo de la inminente bancarización, como sostiene la Fiscalía, que pide para ellos tres años de prisión. Así, ha relatado que el presidente del nuevo banco, José María Castellano, fue quien le pidió su marcha porque un fondo de inversión americano que iba a entrar en el capital de NCG quería renovar la alta dirección.
Castellano le comentó que puso como condición que él y García de Paredes se fueran, porque las cajas en aquel momento "tenían mala imagen internacional y querían caras nuevas". También le dijo que estuviera tranquilo, porque los "contratos están para cumplirse", por lo que iba a cobrar su prejubilación, con lo que se optó por una carta de desestimiento y no por un despido "para dar tranquilidad a la entidad".
CONOCIMIENTO ABSOLUTO DEL BE. Como hiciera el martes el ex copresidente Julio Fernández Gayoso, Pego ha mencionado que el Banco de España conocía los contratos "antes, durante y después" de los desestimientos. Ha afirmado estar "muy tranquilo", porque "todos los acuerdos han pasado por los órganos de gobierno y por la comisión de retribuciones".
Preguntado por la persona que sugirió las modificaciones de los contratos que incluían renovaciones con mejoras salariales y con el reconocimiento de compromisos por pensiones, Pego ha contestado que fue Rodríguez Estrada -que en su caso cobró 691.261 euros- quien introdujo estas "equiparaciones", que no "mejoras".
Gregorio Gorriarán, procedente de Caixanova y que después fue director del grupo inmobiliario en Novacaixagalicia, por cuya prejubilación se adjudicó 4,8 millones de euros, ha declarado también este miércoles. Gorriarán ha confesado sus sospechas de que el Banco de España "ya sabía desde junio de 2011 que el director general se iba" y que se producirían cuatro ceses. Por eso, en su opinión, el organismo cambió de criterio al no aceptar un aval y pidió una dotación de 29 millones para cubrir el impacto de los desestimientos en la entidad, lo que ha calificado "como una tomadura de pelo".
La altivez del tono de Gorriarán hacia la representante de la Fiscalía ha llevado al presidente del tribunal, Alfonso Guevara, a reprenderle y a instarle a usar "las ironías en otro sitio"
La altivez de su tono hacia la representante de la Fiscalía ha llevado al presidente del tribunal, Alfonso Guevara, a reprenderle y a instarle a usar "las ironías en otro sitio".
Gorriarán se marchó el 13 de septiembre de 2011 junto a Pego, un día antes de la constitución de NCG y 18 días antes de que el FROB les concediera el segundo apoyo financiero por importe de 2.465 millones. Previamente, ha concluido el interrogatorio a Gayoso, que ha defendido las prejubilaciones millonarias basándose en la "tranquilidad absoluta" que tenían los consejeros porque "se había actuado dentro de la legalidad".
No sólo el Consejo de Administración estuvo al tanto de los acuerdos, sino que sus miembros "estaban satisfechos con lo que se había hecho en los desestimientos" y así lo manifestaron con numerosas intervenciones en el consejo el 27 de octubre de 2011.
