Trasladado el detenido por el crimen de Ana Enjamio para efectuar un registro

Los agentes buscaron en la casa de sus padres el arma homicida, el teléfono de la víctima y la ropa ensangrentada del supuesto asesino, separado y con dos hijos, y que ya había amenazado a la joven de Boqueixón
La Policía Nacional traslada al detenido por la muerte de Ana Enjamio al registro efectuado en la casa de sus padres en Vigo
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César Adrio, el vigués detenido por el crimen de Ana María Enjamio, fue trasladado a primera hora de la tarde desde las dependencias de la comisaría de Vigo para hacer un registro en una vivienda de sus padres, en la parroquia de Candeán. Allí se espera que puedan aparecer el teléfono móvil de la joven, el arma homicida y la ropa ensangrentada del presunto asesino.

La Policía apura las horas antes de poner a disposición judicial a César Adrio, antes de su pase a disposición del juzgado de violencia sobre la mujer de Vigo previsto para el miércoles a las 09.00 horas.

UNA OBSESIÓN CON FINAL TRÁGICO. Ana María Enjamio, la joven asesinada el pasado fin de semana en Vigo tras asistir a una cena de empresa en un conocido hotel de la ciudad olívica, había recibido amenazas de su supuesto agresor, César Adrio, un vigués de 38 años que está separado y tiene dos hijos. Al menos así se lo confesó la muchacha de Boqueixón, de 25 años, a algunas personas de su círculo de amistades.

Adrio, que actualmente vivía con sus padres, se separó en 2015. Y hacia febrero de 2016 inició una relación con Ana María, con la que según algunas fuentes llegó a compartir un piso cuyo alquiler figuraba al nombre de él. Sin embargo la relación entre la muchacha y su formador en la empresa Cablerías Auto en O Porriño se rompió a instancias de ella, que fue la que pidió poner fin a sus encuentros.

Es probable que Adrio no superase esta situación y, sobre todo, que se llevara una tremenda decepción al tener conocimiento de que ella había decidido regresar con su antiguo novio y que ya no había lugar para él. Fue algo que pudo constatar tras la cena, dado que se ofreció a llevar a Ana María Enjamio a su casa -quizá con la intención de hablar y retomar su relación- y la joven rechazó su propuesta. Al final ella volvió a casa con unas amigas y, supuestamente, él la estaba esperando en el portal, en el número 40 de la avenida de Madrid de la ciudad olívica, para acabar con su vida con una decena de puñaldas en el cuello y el pecho.

Antes de que esto acabara en tragedia, el sospechoso del asesinato de Ana María Enjamio Carrillo intentó rehacer su vida y para ello recurrió a una red social a través de la que se conciertan citas. En internet se presenta con un hombre "atrevido" y musculado, de 1,90 metros de altura, que había superado su relación con una joven. E incluso subió fotos suyas en las que se le ve en bañador en diferentes parajes de las Rías Baixas. Pero, por lo que se ve, ni con ello logró olvidar los meses pasados con Ana María.

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