Bajo paraguas o lonas de plástico, miles de visitantes han celebrado este domingo la 52 edición de la Festa do Pulpo de O Carballiño, declarada de Interés Turístico, a pesar del intenso aguacero que cayó durante la jornada.
Sin embargo, la persistente lluvia caída en el recinto en el parque municipal no impidió que la localidad se convirtiese, un año más, en punto de encuentro para miles de gallegos que acuden anualmente a esta cita, muchos de ellos procedentes de la emigración, aunque sí deslució algo la fiesta.
A media mañana un desfile de grupos folclóricos interpretó diferentes temas en esta fiesta dedicada a las pulpeiras de Arcos, expertas en la preparación del cefalópodo, en esta localidad orensana. A la presencia de gallegos residentes en el exterior se sumó este año los residentes en Cataluña, comunidad invitada en esta edición.
En representación de esta autonomía, Ernesto Lagarón, manifestó en el acto inaugural que es "un honor" la dedicación realizada este año a los gallegos residentes en Cataluña, donde actualmente viven unas 100.000 personas y que esperaban hoy sentirse como en casa.
En total, tres federaciones, que integran a 17 asociaciones gallegas, de Barcelona, Hospitalet, Cornellá y Badalona, acudieron a esta cita, tras recorrer los mil kilómetros que separan a estas localidades de ambos lados de la Península.
La titular de Medio Rural y Mar, Rosa Quintana, el regidor popular de O Carballiño, Argimiro Marnotes, el presidente de la Diputación de Ourense, Manuel Baltar, la directora de Turismo, Nava Castro, así como directivos de la entidad gallega de Abanca completaron la terna de autoridades y de personalidades invitadas.
Rosa Quintana, asidua -según dijo- a este evento, resaltó la "fusión entre la zona costera y de interior", representada a través de esta Festa do Pulpo, que ensalza un producto del mar "extraído de nuestras costas y que genera riqueza" en la comunidad gallega.
En esta localidad orensana, lugar emblemático para degustar el cefalópodo, la titular de Medio Ambiente refrendó que "no hay mejor sitio en toda Galicia donde se coma pulpo que aquí en Carballiño", aseguró Quintana, una unión tierra-mar, que es "el emblema de Galicia" y tierra de acogida "para aquellos que nos dejaron", precisó.
Un año más, Turismo de Galicia apoyó la celebración de esta fiesta que sitúa a Carballiño en epicentro de la degustación de este cefalópodo acompañado con algunos de los productos más distintivos del destino Ribeiro.
Como previsión inicial, la organización estimaba repartir unos "35.000 kilos" de pulpo cocinado por unos 27 pulpeiros.
Con la vista puesta en el cielo, el alcalde, Argimiro Marnotes, comentó la buena afluencia de gente a pesar de la lluvia que acompañó a los comensales en toda la comida.
El reparto de obsequios, como un plato de pulpo conmemorativo, puso el broche de oro a la Festa do Pulpo, que estuvo amenizada por la música de las bandas, y que pone fin a una semana repleta de actos, entre ellos la realización de una tapa gigante de pulpo para el Guinness.
