Naufragios a gusto del turista

La Costa da Morte inauguró este miércoles su quinta edición de teatro turístico, con el que dan a conocer las trágicas historias que dan nombre a la famosa comarca gallega
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photo_camera Ilustración de 'Noite dos naufraxios'. EP

LA Noite dos Naufraxios recrea en uno de los lugares más fatídicos de la Costa da Morte, el Cementerio de los Ingleses, numerosas historias de los más de 600 barcos hundidos en la zona y sus tripulantes, evento que no deja indiferentes a los viajantes que se desplazan al lugar movidos por el creciente tirón del conocido como turismo necrológico.

Esta peculiar representación teatral retornó este miércoles en su quinta edición, con idéntica expectación y con nuevas historias reales como las de los barcos hundidos en la Pedra do Porto de Camelle, en Camariñas.

El escenario único para un espectáculo de tal categoría no podía ser otro que el emblemático Cementerio de los Ingleses construido para dar sepultura a las víctimas del naufragio del buque escuela Serpent la noche del 10 de noviembre de 1890.

Auténticos relatos asociados con la muerte, la tragedia y las anécdotas más pintorescas de la historia de la Costa da Morte son las que llevan a vecinos y visitantes a reunirse en el camposanto.

Según contó el organizador de la inicitativa, Bernardino Martínez, desde la primera edición la idea ha tenido muy buena acogida, de modo que reúne todos los años a unas 80 personas porque limitan las plazas.

Los asistentes acaban envueltos en la pieza teatral y los hacen partícipes de su representación, pero, como aseguró Martínez, "el lugar es casi el 50%", pues ese cementerio único en el que se escuchan las olas y se siente la brisa del mar hace que todos se pongan en situación junto con una iluminación sutil que convierte el escenario en penumbra.

Uno de los hechos que se recreó por primera vez anoche fue el del barco City of Agra que naufragó en 1896, según relató el organizador, y curiosamente la única carga que llevaba el buque eran jaulas, pues se dice que iba rumbo a Calcuta para buscar y apresar animales para añadir al zoo de la ciudad de Londres.

De los 75 tripulantes de ese navío, la mitad perecieron y se cree popularmente que uno de los cuerpos, el de un inglés millonario que llevaba los bolsillos llenos de dinero, fue encontrado por dos personas que quisieron repartirse el botín con un pacto de silencio y la mala suerte les acabó golpeando también.

No es menos curioso el caso del barco francés Nil en 1927 al que Bernardino Martínez denominó "el Corte Inglés andante" pues llevaba una mercancía muy basta y variada —motivo por el que se pudo provocar el naufragio—: desde champán a esencias de perfume, telas o coches; entre otras mercancías.

Cuando una embarcación naufragaba se abrían las bodegas y se disipaban todos los objetos a lo largo de la costa, momento en el que los vecinos de la Costa da Morte salían para aprovechar el desastre y robar la mercancía.

En ese caso, la de la embarcación francesa sirvió para multitud de fines, pues ese año, por ejemplo, relató el actor, la tradición de carnaval en la que emborrachaban a un gallo con coñac para colgarlo de una cuerda y darle con un palo se tornó para substituir la bebida por champán que fue obtenido del naufragio del Nil.

Noite dos Naufraxios es una idea que surgió mezclando, por una parte, el mundo del turismo y el del teatro, que se asemeja a las visitas guiadas que organizan en el cementerio coruñés de San Amaro. Desde su inicio en el año 2012 registran una gran afluencia de público, pues el turismo necrológico llena rutas de cementerios singulares en todo el mundo y también en Galicia, un movimiento que cada vez tiene más éxito.

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