Multitudinario adiós a la pareja fallecida por la explosión en una pirotecnia de Leiro

La tercera víctima mortal —una joven de 21 años, novia del hijo del gerente— será enterrada esta misma tarde en la localidad orensana de Lebozán, en Beariz
Familiares de los fallecidos encabezan el cortejo fúnebre a su llegada a la iglesia para la celebración del funeral
photo_camera Familiares de los fallecidos encabezan el cortejo fúnebre a su llegada a la iglesia para la celebración del funeral

La tranquila población de Leiro, en Ourense, ha despedido este sábado, entre visibles muestras de dolor y de consternación, a la pareja que falleció el pasado jueves a raíz de una explosión registrada en una pirotecnia ubicada en la carretera de Leiro a Berán, y que son el propietario de la empresa y su mujer.

La tercera víctima mortal de este trágico accidente, una chica de 21 años llamada Belén Rivas, que era novia del hijo del gerente de la empresa, un joven que fue el único superviviente por encontrarse en otro recinto, está previsto que sea enterrada esta misma tarde, a partir de las ocho, en la localidad orensana de Lebozán, en Beariz.

En el inicio esta mañana de una jornada luctuosa, una numerosa comitiva, encabezada por los familiares del dueño de la compañía y de su compañera sentimental y por el regidor de la localidad de Leiro, Francisco José Fernández, dio su último adiós a esta pareja, que era vecina de Barzamedelle, una parroquia situada a escasos kilómetros del negocio familiar en el que se produjo la deflagración.

Pasadas las once de la mañana, los cuerpos de José Antonio Abad y de Carmen Janeiro llegaban, procedentes del tanatorio, a la iglesia de San Pedro de Leiro, donde esperaban residentes en la zona para despedirse de estas dos personas, cuyos restos reposan ahora en los cementerios que les correspondían a cada uno, en Cabanelas y Lebosende.

Esta tarde, el lugar de Beariz se inundará de lágrimas para despedir a la joven Belén, que estaba residiendo en Pontevedra, donde cursaba sus estudios, y que pereció también en este trágico siniestro, cuyas causas están todavía pendientes de esclarecer.

En este inicio del verano, la plantilla de la pirotecnia Abad se encontraba a pleno rendimiento para llegar a tiempo ante el aumento de pedidos. La cantidad de fiestas populares de esta época del año multiplica la demanda de fuegos de artificio.

Los investigadores analizan en la actualidad las causas de este fatídico suceso ocurrido en la pirotecnia Abad.

Las principales hipótesis se centran en si el estallido, que se escuchó a varios kilómetros de distancia, se pudo producir mientras cargaban el material ya elaborado en una furgoneta que apareció volcada, o, por el contrario, si se produjo durante la manipulación de la pólvora en la caseta de mezclas.

El material pirotécnico que quedó servible para uso fue llevado a otros negocios similares, puesto que la cantidad del mismo que había hacía inviable su traslado al servicio de intervención de la Guardia Civil.

Así, representantes de otras empresas de este sector se desplazaron a esta nave de Leiro para hacerse cargo del explosivo, que ya ha sido trasladado a almacenes de Cambeo y Verín.

La pirotecnia Abad, situada en la parroquia de Agra, en la parte de arriba de la zona de Barzamedelle, se dedica desde hace quince años a la fabricación de todo tipo de cohetes, en unas instalaciones que contaban con varias casetas en las que se guardaba el material explosivo.

Esta empresa, que contaba con un reducido equipo fijo de trabajadores, tenía todos los permisos en regla y cumplía los requisitos de distancia de seguridad a los núcleos de población.

Está previsto que en los próximos días se tome declaración al hijo y superviviente a fin de tratar de determinar lo ocurrido.

El estruendo provocó cuantiosos daños materiales.

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