La mujer asesinada en Gondomar relató en una carta que sufrió malos tratos habituales y un intento de asfixia

La localidad pontevedresa muestra su "dolor" y levanta la voz contra la violencia machista
Autoridades y allegados, en la concentración de este jueves en Gondomar. EFE
photo_camera Autoridades y allegados, en la concentración de este jueves en Gondomar. EFE

Soledad R.V., la mujer asesinada este miércoles en Gondomar, dejó por escrito que sufrió malos tratos habituales y un intento de asfixia por parte de su marido, quien supuestamente le quitó la vida este miércoles atacándola con un cuchillo de cocina y luego intentó suicidarse. 

Su hermana, Purificación, reveló el testimonio de Soledad durante una concentración de repulsa este jueves en Gondomar. Relató que su hermana, de 59 años, escribió una carta en la que le explicaba a su hijo, "como si pensara que le iba a pasar algo", los malos tratos que sufría, incluido el episodio de hace un año, cuando su marido "le echó la mano al cuello" mientras estaba en el sofá y que la "quiso ahorcar". También se lo confesó a su madre y a ella misma, a pesar de que en principio trató de ocultarlo cuando le detectaron unas marcas en la cara "como de ahogamiento". 

"Somos tontas..., tanto aguantar ¿para qué?", lamentó Purificación, quien confirmó que su hermana nunca llegó a denunciar formalmente estos hechos ni acudió al médico. 

Purificación se preguntó "¿por qué [los asesinos] no se matan primero?", en vez de acabar con la vida de sus víctimas, y "¿por qué tenemos que aguantar esto las mujeres?. ¿Qué somos aquí, ganado?". 

Junto al dolor por el crimen de su hermana, se mostró preocupada por el futuro de uno de sus sobrinos, con síndrome de Down y autismo, quien "solo se relaciona con su madre". "Solo ella lo entiende", dijo. 

Un taxista que llevaba a la casa a uno de los hijos de la pareja, de 18 años y que procedía de un centro de atención especial, fue quien alertó del crimen. Nadie le abría la puerta de la vivienda, así que decidió llamar a la madre y al padre. Este le respondió con la voz muy apagada que la mujer había fallecido y que él se estaba muriendo. Según algunos medios, habría confesado que era el responsable del asesinato.

"¿Por qué tenemos que aguantar esto las mujeres? ¿Qué somos aquí, ganado?", se pregunta la hermana de Soledad

GONDOMAR LLORA POR SOLEDAD. El municipio pontevedrés mostró este jueves en la concentración su "repulsa, condena, dolor e indignación". Le puso palabras en la lectura del manifiesto la presidenta de la Diputación de Pontevedra, Carmela Silva, quien subrayó que no se puede "mirar a otro lado" y se alzará "cada vez más la voz" para "denunciar estos asesinatos y la violencia machista hasta conseguir erradicarla". 

Aseguró, además, que el crimen de Soledad "demuestra que no debemos bajar la guardia" y advirtió de que los ciudadanos no pueden "permanecer impasibles ante esta violencia terrible contra las mujeres que ataca directamente la salud de una sociedad que quiere ser realmente democrática e igualitaria".

En esa línea, Silva recalcó que es "labor de todos aunar esfuerzos en esta lucha" y resaltó la necesidad de "señalar sin rubor y sin miedo al presunto agresor o cualquier caso" de violencia de género que se conozca, además de "acompañar a las víctimas" en "un camino que debemos recorrer todas y todos". 

Con ella, son ya 42 las víctimas mortales de la violencia machista en lo que va de año en España

También asistieron al acto la subdelegada del Gobierno en Pontevedra, Maica Larriba; el coronel de la Guardia Civil de la Comandancia de Pontevedra, Simón Venzal; el alcalde de Gondomar, Francisco Ferreira; miembros de la corporación local, y vecinos del municipio. 

La repulsa frente al crimen llevó a convocar concentraciones en más de un decena de localidades gallegas, desde As Pontes ata Vilagarcía. También la Xunta expresó su "más enérgica condena", al tiempo que animó a las víctimas de violencia machista a denunciar y recordó que tienen ayudas a su disposición. Pueden utilizar el teléfono 900.400.273 o el 016, un servicio gratuito que garantiza la confidencialidad ya que no queda huella en la factura telefónica. 

De confirmarse que se trata de un nuevo caso de violencia machista, Soledad sería la víctima mortal número 42 en España en lo que va de año, la tercera en Galicia, y se sumaría a las 1.074 mujeres que han sido asesinadas por sus parejas y exparejas desde 2003.