Mosquera descarta que haya ciudadanos que dejasen de adquirir fármacos

La Conselleira de Sanidad, Rocío Mosquera, ha subrayado hoy que no tiene constancia de que en Galicia haya ciudadanos que dejasen de adquirir medicamentos a causa del copago farmacéutico e indicó que el pasado año la media de gasto de los pensionistas al mes en este concepto ha sido de 3,6 euros.

La conselleira compareció hoy en el Parlamento para explicar los presupuestos de su departamento, que ascienden a 3.418 millones de euros, un 1,5 por ciento menos que el año anterior, y que recibieron abiertas críticas de la oposición, especialmente al establecimiento de copago en algunos servicios o lo que considera tendencia a la privatización.

Rocío Mosquera apuntó, respecto a la aportación del usuario al pago farmacéutico, que el 85 por ciento de los 800.000 pensionistas de Galicia tienen como tope máximo el gasto de ocho euros, aunque la media de lo que emplearon el pasado año es de 3,6 euros al mes.

"Y, desde luego, no tenemos constancia de que haya ningún paciente en nuestra comunidad autónoma que no recoja medicamentos por problemas económicos, no tenemos absolutamente ninguna constancia", enfatizó.

La conselleira, a diferencia de lo subrayado por la oposición, sostuvo también que la asistencia sanitaria en Galicia es "universal", sobre "lo que no hay ninguna duda", puesto que no hay ningún ciudadano gallego o cualquiera que viva en Galicia "que no tenga asistencia sanitaria "según sus necesidades", subrayó.


CRÍTICAS
A este respecto, el nacionalista Carlos Aymerich le reprochó que aporte el argumento de que los pensionistas apenas gastan en el copago, cuando no tiene en cuenta que muchos ciudadanos han quedado excluidos de adquirir fármacos retirados de la gratuidad de la seguridad social.

Además, la socialista Carmen Acuña preguntó a la conselleira adónde han ido a parar los fondos ahorrados con el catálogo priorizado de medicamentos.

En respuesta a las preguntas de la oposición sobre si se va o no a cobrar por las mamografías, la conselleira lo negó "claro y alto" e insistió en que este asunto nunca ha estado "encima de la mesa".

Respecto a las preguntas de los grupos sobre el copago en las prótesis y el transporte sanitario, la conselleira apuntó que en Galicia se cumplirá "la normativa estatal", pero también se adaptará a la demografía propia, "analizando con los agentes sociales" o las asociaciones de pacientes para ver cuáles son "las mejores fórmulas".


PRIVATIZACIÓN

Igualmente, la titular de Sanidad admitió que los conciertos de la Xunta con la privada casi se mantienen para el año 2013, bajan "relativamente poco respecto al resto del presupuesto, un 0,40 por ciento".

Pero, indicó, estos conciertos siguen siendo "complementarios" con el sistema público y subrayó que crecieron con el Gobierno bipartito, mientras con el PP se propuso una "reducción muy importante".

En todo caso, Rocío Mosquera los defendió porque "también son empresas" y dijo a la oposición que cuando habla de la necesidad de mantener el empleo, apuntó que la Xunta también quiere mantener este tipo de empresas y los conciertos les den "cierta estabilidad"

La conselleira apuntó en su intervención que es "hora" de debatir sobre la definición del modelo de sanidad "que queremos y que podemos tener", ante lo que ofreció un pacto por la sanidad a todos los sectores implicados

Por su parte, la socialista Carmen Acuñá lamentó el "temerario recorte" del presupuesto sanitario, que a su juicio supone el empleo de 645 millones de euros menos desde que el PP accedió a la Xunta, una suma que alcanzan los mil para el nacionalista Aymerich, que llegó a hablar de "puerta giratoria" de la conselleira por su trayectoria profesional entre la sanidad pública y la privada.

La diputada de AGE Eva Solla consideró que el presupuesto es "lesivo" para la salud de los gallegos y agregó que en el PP se ve el "negocio privado en la sanidad como un caramelo apetecible".

La parlamentaria acusó a la Xunta de aprovechar la excusa de la "deuda odiosa" para atacar a la sanidad pública y rechazó lo que considera que emplea la derecha para recortar, creer que "vivimos por encima de nuestras posibilidades", cuando han sido "los banqueros y los defraudadores" quienes lo hicieron.

Mientras, el popular Miguel Santalices apostó por que la Xunta "siga racionalizando la prestación farmacéutica, construyendo centros de salud y la implantación de la ley de garantías sanitarias".

Para replicar a las críticas de la oposición, Santalices subrayó que los presupuestos de sanidad son "discutibles, pero posibles" y responden al pilar de la universalidad.

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