Los dos individuos detenidos en la madrugada del viernes al sábado en Vilaboa cuando intentaban botar una narcolancha ingresaron domingo en prisión, acusados de un delito de contrabando y de otro contra la salud pública, imputado de forma indiciaria. Se trata de un monfortino y de un vecino de Torrelavega (Cantabria). Las pesquisas siguen para dar con los lancheros que escaparon.
Una organización criminal internacional está detrás del intento de botadura de la narcolancha de tres motores totalmente nueva desde el muelle de San Adrián de Cobres, en Vilaboa, en la madrugada del viernes al sábado. Esa es la línea de investigación que manejan los especialistas del Equipo de Delincuencia Organizada y Antidroga (Edoa) de la Comandancia de la Guardia Civil de Pontevedra, que, apoyados por el encaje jurídico que aporta la Fiscalía Antidroga, consiguieron los indicios suficientes como para que los dos detenidos in fraganti ya estén en el módulo de Preventivos del Centro Penitenciario de A Lama.
En estos momentos, los ojos de la Unidad Orgánica de Policía Judicial del Instituto Armado de Pontevedra están enfocados hacia la comarca de O Salnés. En concreto, hacia las inmediaciones de A Illa y de Vilanova de Arousa, gran epicentro, junto a Cambados y Vilagarcía, del negocio ilícito en las Rías Baixas. Ello es así porque manejan indicios de que hasta tres lancheros, tal vez cuatro, consiguieron eludir el cordón policial en la madrugada del viernes al sábado en Vilaboa. Y piensan que, como es habitual, tengan su base en la citada comarca de O Salnés. Ellos, y no los detenidos, eran los que planeaban salir al mar con la narcolancha de tres motores, con una singladura previsible hacia el Sur de España para "trabajar" en el tráfico de hachís entre Marruecos y Europa.