La Consellería de Medio Rural ha presentado las reformas del servicio de extinción y prevención de incendios, como adelanto a una campaña que se presenta difícil. Para empezar, ha modernizado el Centro de Control de Incendios para mejorar la coordinación y la eficacia de los trabajos, y también incorporará dos nuevos vehículos de alta tecnología y más de 610 trabajadores.
Así, se han instalado sistemas GPS en los 1.200 vehículos del servicio de lucha contra incendios, lo que permitirá conocer su posición en todo momento. Estos datos se cruzarán en el sistema informático con los partes de incendios para crear un mapa en tiempo real con la situación de los fuegos activos, los medios desplazados y el responsable de coordinar cada cuadrilla de extinción. También se empleará un archivo de ortofotografías para localizar las casas o vías de comunicación que se puedan ver afectadas.
Centros de control móviles
El conselleiro Alfredo Suárez Canal y el director xeral de Montes, Alberte Blanco, presentaron el lunes este lavado de cara de los servicios anti incendios, que incluye la adquisición de dos nuevos vehículos que funcionarán como puestos de mando avanzados para coordinar los medios desde el propio lugar del fuego y que irán equipados con cámaras térmicas para detectar nuevos focos de llamas.
Y además, este mismo martes se incorporarán al dispositivo de prevención y extinción de incendios los 610 trabajadores del personal fijo-discontinuo de la Xunta, que no están operativos durante todo el año. Junto a los empleados fijos, sumarán 1.400 efectivos, aunque "no todos" estarán sobre el terreno, sino que entre ellos se cuentan también los jefes de los 19 distritos de vigilancia, técnicos y personal de coordinación.
Además, el viernes se llevará a cabo una reunión para fijar el despliegue de Cuerpos y Fuerzas de Seguridad el Estado que realizarán labores de disuasión.
No repetir los errores del año pasado
Después de que el año pasado el inicio de la campaña de incendios cogiese a Medio Rural con la reforma de los servicios de extinción a medio hacer y con la amenaza de una huelga de agentes forestales, esta vez la Consellería ha dedicido adelantar los deberes, sobre todo porque las constantes lluvias del verano se han convertido en sequía en el comienzo de 2008.
Suárez Canal considera que los últimos seis meses de bajas precipitaciones dejan un "entorno complicado" para los incendios pero consideró que la lluvia "no es la única variable" que influye en la causa de los fuegos. En este sentido, incidió en que lo "importante" es "ponérselo difícil" a la gente que provoca los incendios.
