Más de medio millar de vecinos afectados por el perímetro de seguridad de la base militar General Morillo de Figueirido, en Pontevedra, realizaron una concentración a las puertas de la Brilat mientras, en su interior, se desarrollaban los tradicionales actos castrenses en honor a su patrona, la Inmaculada Concepción.
El decreto ley de ampliar a trescientos metros el área de seguridad alrededor de la instalación militar registra una afectación a intereses particulares de vecinos de tres municipios: Pontevedra, Vilaboa y Marín.
Primera protesta conjunta
Esta concentración es la primera en la que ciudadanos de los tres ayuntamientos manifiestan su oposición a la medida gubernamental adoptada por el Ministerio de Defensa.
Sin embargo, los vecinos de Salcedo ya le plantaron cara a las máquinas que utiliza la Brilat para la apertura de pistas en el monte de San Martiño, la zona más próxima al cuartel militar, el pasado martes.
Querían "impedir que sigan arrasando el monte y destrozando petroglifos", señaló entonces Fernando Pintos, portavoz de la comisión de afectados por esta causa.
Tensión, pero sin incidentes
Según ha indicado Pintos, la concentración de este lunes se desarrolló en términos generales, bajo un clima de normalidad, aunque no faltaron algunos momentos de tensión entre vecinos, policía y militares.
"Las cosas fueron bien por nuestra parte, porque acudió más gente de la prevista y se cumplió el objetivo marcado", explicó el representante vecinal, quien lamentó el comportamiento de los agentes desplazados hasta el lugar, así como la intromisión de los militares en un acto convocado por civiles.
"Nos intentaron parar antes del lugar previsto para desarrollar la concentración", detalló Pintos, quién reconoció que "ése fue el momento de mayor tensión al mezclarse los militares entre el cordón policial".
'Ellos tienen la solución'
También acusó a los funcionarios de la Policía Nacional y los militares allí presentes de crear confusión sobre la legalidad de la concentración.
"Se nos dijo que estábamos concentrados en esa zona de forma ilegal, y eso es falso por que tenemos solicitado el permiso necesario. Teníamos una copia de la autorización", alegó.
Estos incidentes se produjeron a unos doscientos metros de la puerta principal de la base militar, donde algunas personas resultaron contusionadas leves por enfrentamientos con la Policía. Pintos dejó claro que "preocupa la continuidad de las obras. Si esto es así, el conflicto se recrudecerá. Ellos tienen la solución", advirtió.
