Manuel Villar, concejal de Pueblos Hermanos de Baiona: '''Tenemos unos intercambios muy vivos''

A pesar de las buenas intenciones iniciales, muchos de los hermanamientos mueren de inactividad y abandono con el paso del tiempo, con una placa oxidada en algún pasillo consistorial como único recuerdo. Otros se limitan al envío de postales navideñas o una comida cada dos o tres años. Pero todavía hay luz al final del tunel. Municipios como Cedeira están pensando seriamente en reactivar sus acuerdos.

Uno de los ayuntamientos más concienciados es sin duda Baiona, que cuenta con su propia Concejalía de Relaciones con los Pueblos Hermanos, dirigida por Manuel Vilar. La mayoría de los acuerdos de este concello pontevedrés están relacionados con la gesta del Descubrimiento de América. Tal y como señala Vilar, ''tenemos unos intercambios muy vivos'', ya que ''llevamos muchos años trabajando seriamente en los hermanamientos, potenciándolos''. Además, el concejal resalta que la implicación social es alta: ''Los vecinos hacen cosas juntos por su cuenta''. Como ejemplo de esta vitalidad, el amplio catálogo de actividades, que incluye intercambios de escolares y vecinos, actos protocolarios e incluso una regata entre Baiona y Pornic (Francia), que va ya por su décima edición. La única espinita clavada que reconoce Vilar es la ''poca fluidez'' con Rafael Freire, en Cuba, ya que ''no podemos hablar directamente con ellos, el Gobierno filtra todos los mensajes''.

No son los únicos. Por ejemplo Carballo y Sarria organizan conferencias y viajes con las francesas L’Ille Jourdain y Guerledan, respectivamente, y Bergantiños actividades comerciales con Treize Septiers, en Francia, entre otras. También está el caso de As Pontes, que forma un fructífero triángulo céltico con Lesneven (Francia) y Carmander (Gran Bretaña).

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