Maniatan y amordazan al armador gallego Manuel Nores en el asalto a su vivienda en Marín

Los delincuentes accedieron a través de una ventana de madrugada y maniataron al octogenario y a su esposa con el cable del teléfono mientras saqueaban las oficinas anexas ▶ El botín se eleva a unos 60.000 euros en joyas y dinero ► Es el segundo asalto en un año a la vivienda de un armador en O Morrazo
Manuel Nores, en la mañana de este viernes, junto a los agentes desplazados para la primera inspección ocular. GONZALO GARCÍA
photo_camera Manuel Nores, en la mañana de este viernes, junto a los agentes desplazados para la primera inspección ocular. GONZALO GARCÍA

Un robo de película que, por fortuna, tuvo un final feliz. "Tranquilos, que no somos malos del todo y si os portáis bien no os vamos a hacer daño", espetó a sus víctimas uno de los dos ladrones que en la madrugada del jueves al viernes asaltaron la vivienda del armador marinense Manuel Nores

La dramática situación vivida por el empresario y su esposa, ambos octogenarios, comenzó en torno a la 1.30 horas, cuando ambos estaban ya dormidos. El escenario, la almenada mansión de dos plantas que se levanta en el número 62 de la calle Concepción Arenal de Marín, cerca del acceso a la barriada de A Cañota, construida en el año 1900 y adquirida por el armador a mediados del siglo pasado. 

Cuando el matrimonio se encontraba descansando en el dormitorio, se topó de frente con dos encapuchados que les encañonaban con sendas pistolas. Habían entrado después de romper una de las ventanas laterales del primer piso, aprovechando que da a un callejón sin salida que apenas se observa desde la calle. 

Los delincuentes tenían claro su objetivo: querían dinero en metálico y joyas. Y sabían que allí lo podían encontrar. Sus movimientos delatan que llevaban tiempo preparando el golpe y una de sus primeras medidas de seguridad fue obligar a Manuel Nores a que atase los imponentes perros que custodian el acceso principal. 

Acto seguido, maniataron a ambos octogenarios empleando el cable telefónico, el cual habían arrancado previamente. De este modo se garantizaron una impunidad absoluta para recorrer las distintas dependencias de la casa y acceder a las oficinas del Grupo Nores, que se encuentran en la parte posterior. 

Lugar onde se sitúa a empresa e a residencia de Manuel Nores. GONZALO GARCÍA
Lugar onde se sitúa a empresa e a residencia de Manuel Nores. GONZALO GARCÍA
 

Los asaltantes, de acento gallego uno y magrebí el otro, intimidaron en varias ocasiones con sus armas al matrimonio, requiriéndole el dinero que tuvieran a mano. De este modo consiguieron hacerse con unos 50.000 euros en metálico que Manuel Nores había reservado para efectuar un pago. 

No contentos con ese botín, se dirigieron a la zona de oficinas, las cuales no dudaron en revolver durante cerca de una hora, tiempo que los octogenarios permanecieron maniatados, con la incertidumbre de no saber lo que estaba ocurriendo en su propiedad. 

Finalmente, los cacos localizaron diversas joyas que la pareja guardaba en unas cajas, lo que eleva el botín final a unos 60.000 euros, cifra que deberá ser confirmada en próximas fechas, una vez se realice una tasación más pormenorizada. 

"Tranquilos que no somos malos de todo y si os portáis bien no os vamos a hacer daño", espetó un caco a la pareja

Fuentes de la investigación expresaron su convencimiento de que los ladrones conocían bien las instalaciones, pues fueron a tiro fijo a las salas donde sospechaban que había dinero en efectivo u objetos de valor que les pudieran resultar interesantes. De hecho, una de las hipótesis que se baraja es que al menos uno de ellos ya hubiera estado antes en las oficinas del Grupo Nores, bien como cliente o bien como trabajador. 

Minutos antes de las tres de la madrugada, los ladrones emprendieron la huida. Se sospecha que contaban con el apoyo de una o dos personas en el exterior que harían las veces de vigías para garantizar la operación y les habrían proporcionado la logística -un vehículo- para huir. 

Una vez confirmada la marcha de los atracadores, fue el propio Manuel Nores quien dio aviso a la Policía después de conseguir liberarse de sus ataduras. 

Efectivos de la Policía Científica inspeccionaron a conciencia todas las zonas por las que pasaron los delincuentes con el objetivo de lograr una identificación positiva. Otros compañeros se encargaron de tomar testimonio a la pareja de octogenarios.

"Es el segundo asalto en un año a la vivienda de un armador en O Morrazo y esto ya no es normal", dice un portavoz de la familia

SEGUNDO CASO. Un portavoz de la familia reconoció que el clima que se vive en el seno familiar es "de una gran inseguridad y preocupación, porque no es el primer caso que ocurre. Es el segundo asalto en un año a la vivienda de un armador en O Morrazo y esto ya no es normal. Parece que estamos en el punto de mira de los delincuentes. La intranquilidad está más que justificada". 

Se refería al asalto ocurrido en Beluso (Bueu) en diciembre del año pasado con idéntico modus operandi al empleado este viernes: dos encapuchados entraron por la fuerza en la vivienda y amordazaron al empresario Camilo García y su esposa, así como una hija y dos nietos, uno de ellos recién nacido. Al igual que en la propiedad de Manuel Nores, los cacos revolvieron todo en busca de objetos de valor y de dinero, causando daños materiales. Conseguido lo que buscaban, emprendieron la huida con un botín de joyas y efectivo. 

La diferencia sustancial del caso de Bueu con el registrado en Marín es que hace un año los delincuentes sí se emplearon con violencia, llegando a agredir a la pareja de sexagenarios.

Un empresario feito a si mesmo
O armador Manuel Nores, nunha imaxe de arquivo. RAFA FARIÑA - InteriorDueño del Grupo Nores –un grupo empresarial con sede en Marín que cuenta actualmente con ocho buques propios y un total de 338 empleos directos–, el armador inició su relación con el mar a los 12 años, cuando salió a pescar sardina por primera vez en un bote a remos.

A partir de ahí, Nores fue creciendo en el sector pesquero a través de distintos trabajos hasta que con 21 años compró su primer barco, al que le sucedieron otros en los años posteriores.

"Llegué a tener 16 barcos. Hoy tengo ocho –resume el empresario–. Todos los barcos que he construido en mi vida los he hecho en los astilleros de Vigo y todos los que he tenido han lucido siempre pabellón español. Hoy no hay ninguna empresa armadora que pueda decir eso".

En la década de los 70, el marinense funda el Grupo Nores, que hoy factura alrededor de 40 millones de euros anuales y aglutina a tres sociedades: Pesquerías Manuel Nores Canarias, Pesquerías Nores Marín y Nores Marín Comercial.