La mujer de 70 años y el joven de 27, madre e hijo, que fallecieron este lunes en Ourense tras precipitarse desde lo alto de una pasarela a la carretera N-120 tenían una complicada situación familiar en Barcelona. Por ese motivo, ya en la ciudad de As Burgas, habían estado en contacto con los servicios sociales municipales y la Policía.
La información divulgada por algunos medios apunta a que madre e hijo, que habían llegado unos días antes procedentes de Barcelona y se hospedaban en un hostal, rechazaron presentar una denuncia. También habrían rehusado acudir a un albergue municipal o una casa de acogida.
Lo que trasladaron a agentes y servicios sociales refuerza la hipótesis de que se quitaron la vida.