Los trabajadores de Serrabal defienden que no son ''sicarios'' de Villar Mir

Mina de Serrabal (EFE)
photo_camera Mina de Serrabal (EFE)

Los trabajadores de la mina de Serrabal reprochan al presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, que culpe al empresario Juan Miguel Villar Mir -dueño de la concesionaria de la mina- del bloqueo de las obras del AVE. Aseguran que los trabajadores protestan para "defender su trabajo" y que no son "sicarios" de Villarmir.

Los opeararios de Serrabal impiden desde hace dos semanas el inicio de las obras del tren de alta velocidad a su paso por la explotación minera.  Touriño había dicho que Villar Mir -dueño de la empresa Ramsa, concesionaria de la mina- tiene una "alta responsabilidad" en el conflicto de Serrabal.

El representante de la CIG y delegado del comité de empresa de Ramsa, Florentino Castro, respondió al jefe del Ejecutivo gallego que los trabajadores de la mina "protestan por su propia iniciativa" y en defensa de sus puestos de trabajo. Explicó que los camiones y máquinas con los que bloquean las obras son propiedad de pequeños empresarios y no de Villar Mir, por lo que si no trabajan no cobran. "No somos sicarios como dice Touriño", enfatizó.

Mantenimiento de los puestos de trabajo
Castro añadió que "todo lo que aquí ocurra es responsabilidad del señor Touriño, así que no se lave las manos". Reprochó también al Ejecutivo gallego que no se haya producido "ningún tipo de contacto" entre administración y trabajadores por este conflicto.

De este modo, los trabajadores reclaman unha intervención de la Administración para conservar los puestos de trabajo. El representante de UGT, Francisco Blanco, señaló que "quien tiene que exigir puestos de trabajo es la Administración". Reclamó al Ejecutivo gallego que condicione la ampliación de la concesión de la explotación al empresario madrileño a que se mantengan los puestos de trabajo y la actividad.

Los trabajadores de Serrabal denuncian que el trazado del AVE bloqueará parte de la producción de la mina, especialmente la extracción de silicio. Según los sindicatos, un cambio de trazado permitiría mantener la actividad en la mina y salvar "medio millar de empleos", ya que al centenar de puestos de trabajo de la explotación minera se suman a los de las plantas de Ferroatlántica -propietaria de Ramsa- en Cee, Dumbría y Arteixo.

Mantienen la vigilancia
Finalmente, tanto el responsable de UGT como el de la CIG explicaron que el trabajo en la mina se mantiene con normalidad, aunque con puntos continuos de vigilancia para retomar las movilizaciones si vuelven los técnicos del Adif.

Castro indicó que las máquinas no realizaron "ningún intento" más por acceder al recinto. Pese a esta tranquilidad, el representante de la CIG señala que los mensajes de las autoridades autonómicas "apuntan" a una posible "invasión" de los antidisturbios en la mina para dar comienzo a las obras.

Sin embargo "quedan tres o cuatro años de obras y es imposible que los antidisturbios estén aquí tres años", amenazaron al respecto de seguir boicoteando las obras de este tramo de AVE entre Santiago y Ourense.

Comentarios