Los trabajadores de las ambulancias se manifiestan en contra de los recortes del transporte médico

Trabajadores del sector de las ambulancias han recorrido este mediodía las calles de Vigo, coincidiendo con la jornada de huelga convocada ese jueves para denunciar los recortes que sufre ese sistema de transporte médico, que ocasiona, según los sindicatos un "deterioro" del sistema de salud.

La marcha partió a las 12:30 horas de la calle Pizarro, frente al hospital Xeral, y recorrió varias calles de la ciudad hasta llegar a la sede del Sergas, en la calle García Barbón, donde los sindicatos reclamaron una reunión con la conselleira de Sanidad, Pilar Farjas.

Ramiro Otero, de CC OO Vigo, ha explicado que esta marcha pretende mostrar su rechazo a la "reducción del servicio" en la zona sur de la provincia de Pontevedra, que afecta a las comarcas de Vigo, Baixo Miño, Baiona y Marín.

"Esto es un ataque que está haciendo la política del PP con respecto al estado de bienestar y a los servicios públicos en general", ha criticado.

Ha añadido que es necesario "restaurar el servicio" y evitar las políticas destinadas a "reducir costes sin tener en consideración las causas sociales que pueda traer".

Los convocantes de la manifestación, CC OO, UGT y CIG, recordaron que en Vigo debería haber doce ambulancias asistenciales y sólo existen tres ambulancias que operan de día y otras tres de noche.

Los manifestantes denunciaron además que a partir del 10 de septiembre se eliminará de noche una de las ambulancias asistenciales que prestan servicio durante los fines de semana en Vigo, y quedará solo tres para atender a unos 300.000 habitantes y que desaparecerán un total de cuatro ambulancias como consecuencia de estos recortes.

El servicio de Urgencias Sanitarias, de pendiente de la Xunta, ha reiterado su garantía de cobertura a la población gallega durante la jornada de huelga y ha lamentado los incidentes ocurridos esta noche, con sabotajes en forma de pinchazos a las ruedas de varias ambulancias y pintadas en los vehículos.

Los sabotajes se produjeron en Ponteareas y Redondela y ocasionaron que estos ayuntamientos pontevedreses se quedasen sin servicios de urgencia durante la noche, por los que Urgencias Sanitarias de la Xunta tuvo que recurrir a vehículos de otras zonas.

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