Por tierra y mar, como es costumbre, los Reyes Magos de Oriente llegan para saludar a los niños gallegos de todos los pueblos antes de hacer entrega de los miles de regalos.
La Cabalgata de Reyes del municipio coruñés de Camariñas ha contado este año con unos curiosos personajes entre la comitiva que ha acompañado a sus Majestades: dos dromedarios que han aportado un derroche de originalidad al séquito real y que han sido adquiridos por un empresario de Ponte do Porto.
En Ourense, para un día como hoy -que ha dejado alguna tragedia en otros puntos de España-, han optado por las carrozas autopropulsadas, una novedad en este 2015 que, finalmente, no salió del todo bien parada, pero en la coruñesa Costa da Morte han dejado a un lado la mecánica y se han decantado por el "mundo animal", aunque no por los renos, ya que a Laponia todavía no recurrió el tratante que compró sendos rumiantes de una sola joroba.
Son dos ejemplares únicos, de pelo corto, llamados Maero y Loli y, pese a que su llegada a Galicia es reciente, dado que en esta tierra se instalaron a punto de finalizar diciembre, ya se han adaptado al entorno, muy distinto a su hábitat natural, el desierto, y han tenido incluso su hueco en prensa, cuando fueron descubiertos.
Lo mismo les ocurre este lunes, tras protagonizar una cabalgata con una curiosidad añadida: se celebra por la mañana.
Acompañados de Maero y Loli, después de atravesar el lejano Oriente, los tres Reyes Magos, Melchor, Gaspar y Baltasar, han llegado a esta zona costera de Galicia cargados de regalos e ilusión para los más pequeños.
Pero el esperado mensaje de los Reyes no solo llegó por tierra. Como es tradición, el barco que los transportó a Ferrol atracó en el puerto de Curuxeiras, para dar paso al desplazamiento por la ciudad en siete carrozas adornadas con figuras de Frozen, Maléfica, un barco pirata o la emblemática, a la par que mágica, estrella de Belén.
El lema en Galicia este 5 de enero es común al del resto del país: todo vale para alimentar la ilusión en tiempos difíciles.
Así, los Magos de Oriente han llegado a ciudades y pueblos de toda España este lunes antes de llevar a los hogares la ilusión del regalo deseado o inesperado, pero también la solidaridad con los más desfavorecidos y la esperanza de encontrar pronto un empleo o salir de una enfermedad.
Con muchos nervios, miles de niños asistieron este lunes expectantes y boquiabiertos al desfile de danzantes, acróbatas, malabaristas, músicos, camellos y las carrozas con Melchor, Gaspar y Baltasar, que esta noche, como cada 6 de enero, repartirán cientos de miles de juguetes y otros obsequios.
Pero no son juguetes todo lo que esperan los niños. Es el caso de una malagueña de 7 años, que se ha convertido en protagonista en las redes sociales con un vídeo en el que pide a los Reyes un puesto de trabajo para su padre, "para que no llore por las noches".
Y gracias a la solidaridad de muchas iniciativas puestas en marcha en casi cada ciudad, raro será el niño que se quede sin regalos este año.
En Barcelona, adonde han llegado en paquebote, el alcalde, Xavier Trias, ha entregado a los Reyes el pan y la sal, símbolos de hospitalidad, y también la llave mágica que abre las puertas de todas las casas de la ciudad.
"Os pido que nos ayudéis a salir de la crisis, a seguir creando puestos de trabajo", les ha pedido Trias, un deseo que también ha expresado la alcaldesa de Madrid, Ana Botella.
En Madrid, 31 carrozas pasan por el Paseo de la Castellana hasta la plaza de Cibeles en un gran desfile ambientado en el mundo de la música. De hecho, las tres carrozas reales están adornadas con instrumentos de viento, de cuerda y de percusión.
