El personal de las tres universidades gallegas que ha anunciado esta semana el inicio de una batalla para poner coto a los recortes que amenazan la calidad de la docencia ha encontrado hoy el respaldo de los rectores en su lucha.
Salustiano Mato, de la Universidad de Vigo; Xosé Luis Armesto, de A Coruña, y Juan Casares Long, de la institución académica de Santiago, han declarado su absoluta sintonía con lo expresado por las Juntas de Personal Funcionario Docente Investigador y de Administración y Servicios puesto que va en la línea del manifiesto firmado hace unos meses por todos los rectores de España en contra del tijeretazo en educación superior.
En ese texto, hecho público el 10 de diciembre de 2012, subrayan los máximos responsables universitarios públicos que con estas medidas España podría perder el tren del desarrollo tecnológico y conseguir que se hipoteque la investigación.
También que la disminución de los presupuestos generales del Estado en un 18% en educación superior y en un 80% en los gastos no financieros en investigación y desarrollo supone "un deterioro irreparable".
Apuntan, igualmente, que el sistema universitario está en una situación cercana a "la asfixia económica" a consecuencia de los efectos del endeudamiento de las comunidades autónomas y el deterioro de las transferencias de las partidas destinadas a estas instituciones, una situación que se contradice con el discurso político de que "nuestro país debe basar su progreso en el conocimiento".
Piden, por ello, que las universidades españolas tengan una financiación pública suficiente y sostenible y se fortalezca la autonomía universitaria para que puedan diversificar sus fuentes de ingresos sin obstáculos.
El personal de las tres universidades gallegas acordó en una reunión celebrada el pasado miércoles celebrar movilizaciones conjuntas que coincidirían fundamentalmente con el inicio del curso académico y de las que todavía se está concretando la forma.
