Los pacientes oncológicos del CHUS denuncian "condiciones intolerables"

Presentarán una queja ante la valedora do pobo por la el incumplimiento de los requisitos de confortabilidad y privacidad
Vista del Complexo Hospitalario Universitario de Santiago. EP
photo_camera Vista del Complexo Hospitalario Universitario de Santiago

Los pacientes oncológicos del hospital de día del CHUS (Complejo Hospitalario Universitario de Santiago) denuncian las "condiciones materiales intolerables" que sufren cuando acuden a este centro sanitario a recibir tratamiento.

La Asociación de Pacientes e Usuarios do CHUS indica en un comunicado que presentará queja ante la Valedora do Pobo y solicitarán su amparo "con el objeto de que se cumplan las recomendaciones del Ministerio de Sanidad y se mejoren las condiciones materiales del servicio". Explican que la decisión de acudir a la Valedora do Pobo la adoptan después de que el pasado mes de abril dicha Asociación ya denunciase ante la Gerencia del CHUS "las lamentables condiciones que soportamos en el hospital de día para poder recibir nuestro tratamiento".

"Después de varios meses de aquella denuncia, la Gerencia ni tan siquiera tuvo la dignidad de contestarnos, limitándose a hacer una declaración pública en la que manifestaban que se iban a poner en marcha las obras de ampliación y mejora del hospital y separar oncología de hematología".
"Lo cierto -añaden- es que nada de lo declarado se cumplió", y explican que "las esperas hasta el momento del tratamiento siguen siendo interminables y en muchas ocasiones son las dos de la tarde y aun no lo iniciamos".

Asimismo, se quejan de que las condiciones materiales "no cambiaron y siguen sin cumplir las recomendaciones publicadas por el Ministerio de Sanidad desde el año 2009".

En este sentido, indica la Asociación en el comunicado que las salas de espera "siguen siendo cada vez más insuficientes, los asientos disponibles son escasos y no cumplen los requisitos de confortabilidad ni disponen de fuentes de agua fría".

También explican que la zona de admisión "no cuenta con un espacio de atención que garantice un cierto grado de privacidad, el área de tratamiento, sin luz directa al exterior, no garantiza nuestro derecho a la intimidad y sólo contamos con una leve cortina que nos separa del resto de los pacientes de la sala". En cuanto al servicio de farmacia, señalan que "las demoras para recibir la medicación puede prolongarse hasta dos horas".

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