Ourense ha superado los 35 grados, lo que ha motivado que se haya activado la alerta amarilla por altas temperaturas y que las orillas del Miño a su paso por la capital se hayan llenado de bañistas.
Una masa de aire cálido es la responsable del incremento de las temperaturas. Esta parece que será la tónica de todo el mes de agosto, aunque no se puede considerar una ola de calor, ya que para ello sería necesario que durante tres noches seguidas las mínimas no hubiesen bajado de los 20 grados. Con esta situación hay que agudizar el ingenio si se quiere combatir el bochorno y los que se tienen que quedar en días como este en la capital orensana, no echan demasiado en falta el mar, recurren a sus mejores aliadas, las orillas del río Miño, las piscinas y las zonas termales.
"Aunque tenemos la playa a menos de una hora, en Ourense tenemos cómo combatir el calor" explica una de las bañistas de A Chavasqueira, unas termas a orillas el Miño. Muchos orensanos visitan a lo largo de todo el día estas 'pozas' para tratar de refrescarse y tomar el sol, siempre bien equipados. Toalla, gorra, protección solar y algo de merendar no puede falta en sus bolsa. La sombra también se cotiza al alza.
Pero sobre todo, el elemento imprescindible es el agua o algún refresco. "Es muy importante estar bien hidratados", afirma otra usuaria de la zona termal. Año a año aumenta la concienciación sobre las precauciones que se deben tomar ante la exposición al sol. Sin embargo, año tras año, los golpes de calor se cobran alguna vida en nuestro país.
Desde Protección Civil recomiendan beber antes de sentir sed, proteger la piel y no realizar actividades que requieran esfuerzo ni exponerse al sol en las horas centrales del día. Estas medidas son todavía más importantes entre las personas mayores y los niños. Como todo, siempre hay quien afirma no hacer demasiado caso de estas recomendaciones.
